Por Humberto Ruiz
El premio nobel de
literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, acaba de publicar una
nueva novela: El héroe discreto.
En una conversación
sostenida en Segovia (España) con el también escritor, Juan José Armas
Marcelo, Vargas Llosa dijo que su novela El Héroe Discreto la
había concebido para "… mostrar el heroísmo de los seres anónimos… (es
decir, HRC) la reserva moral de una sociedad, hombres o mujeres que tratan de
ser consecuentes con unos valores".[1]
En la visión que tiene
de su propia novela, también destaca que es la más optimista de
todas las escritas hasta ahora. Hoy hay una realidad política y
social inexistente hace treinta o veinte años atrás en su país de origen. Actualmente en el
Perú hay consensos políticos y desarrollo económico y ello hace que las
bases de la democracia sean mucho más sólidas.
De nuestra parte, como
lectores comunes y corrientes, deseamos exponer nuestra propia visión sobre la
obra. Es absolutamente cierto que, la historia de El Héroe Discreto
sólo se entiende en el Perú de hoy. Pero, no es eso lo que deseamos
destacar. Hay aspectos más universales tratados en la novela, que nos han
llamado la atención y que deseamos compartir con nuestros lectores.