Por: Tulio Ramírez[1]
Hay acciones que definitivamente son injustificables y
que no pueden escudarse en esa sentencia tan manida por los sinvergüenzas y
vivarachos de siempre. Hay límites hasta en la política, pero esto no parece
preocupar a los socialistas del siglo XXI. Prueba de ello son los atropellos
cometidos en estos 16 años (…)
(…) El espacio nos quedaría corto para enumerarlos, pero
ha habido tres que desnudan la verdadera naturaleza de esta revolución.
Seguramente no coincidiré con algunos de mis pocos lectores, pero usted tiene
la oportunidad de escoger sus propios episodios, total son tantos que toda
lista quedará incompleta.
Comenzaremos de atrás para adelante. El caso del
desalojo en “Los Semerucos” el 25 de septiembre de 2003, fue quizás el inicio
de una secuencia de atropellos contra la población que no ha parado.