"En los últimos
dieciséis años ha habido un repunte sostenido de homicidios, robos y
secuestros; pero la violencia y el delito muestran cambios importantes en
Venezuela, pues ya no se trata de crímenes aislados. Se trata de grupos armados
que retan y se enfrentan con granadas y fusiles de alta potencia a los cuerpos
policiales o de organizaciones colectivas que son capaces de destituir al jefe
de la Policía y al ministro que ha osado enfrentarlos….
A todo esto hay que
sumar las nuevas actividades vinculadas al delito organizado y derivadas del
mercado ilegal de productos controlados o subsidiados que, en palabras del
especialista Roberto Briceño-León: «han creado nuevas oportunidades para el
negocio con mercados ilegales. Tres de ellos son de particular relevancia: la
gasolina, los productos alimenticios y de higiene con precio controlado, y el
mercado negro de divisas, el dólar paralelo. Estos nuevos mercados donde opera
el delito organizado vienen a sumarse a los ya tradicionales del tráfico de
droga, la extorsión, el secuestro y el sicariato»."