Un título poético para un libro curioso e interesante. El autor, Santiago
Posteguillo, se lo dedica a dos damas y a todos quienes aman los libros. Es
decir, a mucha gente. Pero, ¿serán tantos y lo leerá mucha gente?
Ojala
sea así, pues la vida de los libro solo es posible si se leen y tienen influencia en la lectura y la escritura de otros muchos.
Treinta son los relatos del libro de Posteguillo. Comienza con la defensa
que hace Marco Tulio Cicerón en el año 62 a. C. en el foro romano de su maestro
Archia, para evitar que lo expulsaran de Roma. Pero, el discurso se perdió durante mucho tiempo.
Solo fue en el 1333 que Francesco
Petrarca, lo encontró y lo rescató, en un monasterio de Lieja, al revisar un
montón de manuscritos que servían como
combustible para mantener prendida la cocina y
calentar el recinto.
Desde esa historia de Cicerón hasta el caso de
Isaac Asimov, el famoso difusor de la ciencia
y su muerte por VIH, que Postaguillo asume como un caso de justicia
poética, son muchos los relatos interesantes, curiosos y hermosamente escritos, recogidos en La sangre de los libros.