La educación universitaria, la ciencia y la tecnología, si hubiesen sido prioridades ciertas para el gobierno venezolano, estaríamos agradecidos y orgullosos de contar con la protección de tan importantes instrumentos necesarios para el crecimiento cualitativo de la nación. Nos ubicaríamos en tiempos actuales como una sociedad de las más desarrolladas de América Latina. Porque seríamos prósperos en arte, en literatura y en ciencias humanas en general; además, reconocidos y ocuparíamos destacados lugares en educación, en salud, en equidad y en igualdad social.