Un previo
En la Edad Media apareció una división social del trabajo muy particular.
Cada persona se dedicaba a una actividad específica, generalmente artesanal, y se asociaban por ramos de oficio, bajo la forma de corporaciones mercantiles y religiosas, para proteger sus intereses en la compra de insumos y en la venta de los productos de un mismo empleo.
Así también, se limitaban el número de maestros y alumnos dedicados a cada oficio o artesanía.