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Por: Jesús Alfonso Osuna Ceballos(*)
La obligada pausa que ha impuesto al mundo la pandemia Coronavirus Covid-19 está acompañada de otras calamidades, el riesgo de contraer la enfermedad de millones de personas contagiadas y las muertes que el letal virus hasta hoy ha ocasionado; relevante a su vez es la recesión económica mundial que se vislumbra como el componente nefasto que más daño la pandemia ocasionará a toda la humanidad en el corto, mediano y largo plazo.
Países como el nuestro y otros del denominado “tercer mundo” serán severamente afectados por la escasez de alimentos que traerá consigo hambre, mermando la capacidad de millones de seres humanos para sobreponerse a los efectos de la desnutrición crónica que padecen, los niños en particular; factor al cual se suma el pernicioso efecto de endemias que dejaron de ser controladas por desidia de muchos gobiernos.