El Gobierno Nacional insiste en eliminar las pruebas de admisión, que muchas universidades del país aplican. La realidad es que la demanda de aspirantes es creciente. Los cupos que ofrecen las Aldeas Universitarias, la Universidad Bolivariana de Venezuela y la UNEFA, no son vistas con simpatía por los estudiante. Los aspirantes prefieren ingresar en las universidades de reconocida calidad y en las carreras de previsible éxito laboral.
La ULA tiene alrededor de cincuenta mil estudiantes de pregrado. Cada año se inscriben en las pruebas de ingreso, un número similar. Adicionalmente, en los últimos años no se han repuesto los cargos, de más de cuatrocientos profesores tiempo completo equivalente jubilados, por falta de presupuesto que debe suplir el Gobierno Nacional.