Orlando Albornoz
Universidad Central de Venezuela
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Orlando Albornoz |
La producción de conocimientos, bajo el formato de los llamados saberes y aquellos propios del conocimiento, no pueden explicarse ni interpretarse en ninguna sociedad fuera del contexto político que la caracteriza. Es el caso, en forma sobresaliente, de la sociedad venezolana, en donde la pasión política cotidiana define toda y cada actividad. En efecto, todo está impregnado por una ansiedad por conocer la afiliación o simpatía política de cada quien pues de ello depende su ubicación en la escalera social o al menos en las posibilidades de empleo estatal, al cual pueden acceder con ventaja quienes se afilian a la propuesta revolucionaria y socialista, los llamados rojo-rojitos, para emplear la denominación oficiosa de los venezolanos que se hallan en el espacio controlado por el proyecto gubernamental. Los que se hallan fuera del mismo son llamados escuálidos. Es decir, la sociedad dejó de ser un conjunto de ciudadanos, para ser más bien un conjunto de actores, protagónicos, como reza la Constitución.