Pbro. Dr. José Francisco Mas y Rubi (**) |
Los libros han sido un patrimonio muy estimado en Mérida desde su
fundación en 1558, hasta hoy en día. En los primeros tiempos su importancia fue similar a la que existió en otras ciudades coloniales.
Sin embargo, aquí ese interés por la
vida intelectual se acrecentó por la existencia, entre 1628 y 1767, del Colegio San Francisco
Javier de los Jesuitas.
Paradójicamente, al ser expulsada la órden religiosa de los jesuitas de España, que incluía a Mérida, en el año antes indicado, quedó registrado para la
posterioridad la gran biblioteca que existía en el colegio. Un poco más de cien
autores y más de setecientos volúmenes llegando a ser una de las grandes biblioteca que existieron en las poblaciones coloniales de lo que hoy es Venezuela, en los siglos XVII y XIII.
Desafortunadamente, los libros del colegio, así como los traídos anteriormente por otras órdenes
religiosas y también aquellos que llegaron después de mano de los dos primeros obispos de
Mérida, sufrieron los embates del terremoto de 1812 y de la Guerra de Independencia.
La gran
biblioteca que se formó con toda esa herencia y que durante años se había atesorado en esta tierra se deterioró e
hizo que en la ciudad se viviera una década de locura -durante la guerra de independencia- con graves consecuencias contra las instituciones,
la economía y los libros. Así, se perdieron muchas obras valiosas.
Durante 287 años en Mérida sus gentes fueron consumidoras de libros, pero
no productoras. Fue en 1845, cuando llegó la primera imprenta y
un año después se imprimió el primer libro en la ciudad, produciendo un cambio que
no la abandonará hasta hoy y que nos muestra tanto como consumidores y como productores
de libros.
Dicen los cronistas que la
llegada de la imprenta fue una fiesta. En medio de vítores, del lanzamiento de
pétalos de flores, del ondear de banderas y del estallido de fuegos
artificiales, arribó en 1845 a lomo de bestia, la primera imprenta
a la ciudad de Mérida. Francisco Uzcátegui trajo la maquinaria desde la cálida
ciudad de Barinas y la instaló en la
ciudad serrana. Al año siguiente se imprimió el primer libro con el título de: Historia
Completa de todos los Concilios Ecuménicos de la Cristiandad... (y el título sigue).
Como en el caso de los
primeros libros europeos, no se indicó el nombre del autor, pero
afortunadamente, el acucioso José Rafael Febres Cordero, hijo de Tulio Febres
Cordero, nos ha dejado el nombre de tan honorable personaje: el Presbítero
y Doctor José Francisco Mas y Rubí Pagés, Canónigo Doctoral de la
Catedral de Mérida. Familiar cercano del también Pbro. Dr. Mateo José Mas
y Rubí, el
mismo que quiso llevarse, con Francisco Javier de Irastorsa la biblioteca del
Seminario de la patriótica Mérida a la realista Maracaibo, durante los años de la Guerra de
Independencia[i].
Con este hecho, la impresión del libro sobre los concilios, se dejó
atrás, en la historia de la ciudad, casi tres siglos de ser consumidores de
libros y se pasó, primeramente de manera tímida y luego agresiva, a producir
libros. Fue un largo período de 287 años
que quedó atrás. En realidad poco tiempo antes, mediante la técnica
litográfica, se habían hecho también otros dos libros, en el taller fundado por
José María Osorio, de profesión músico: Canto
Llano y Figurado (1844) y La Práctica
de los Divinos Cánticos (1845)[ii].
Pero, el primer libro
impreso en Mérida, usando tipos móviles, tal como lo inventó Gutenberg en
Maguncia en el siglo XV, fue: Historia Completa de todos los Concilios Ecuménicos de la Cristiandad..., en 1846. Ese largo tránsito le ha dado en la actualidad un lugar como la ciudad que más libros imprime y edita en el interior del país. Incidiendo ello en su perfil cultural, que refuerza la presencia de la Universidad de Los Andes y sus cientos de investigadores, quienes producen contenidos científicos y académicos y los publican.
Notas
[i] Febres Cordero, José R: “Primer
libro editado en Mérida y su ilustre autor”. En Araque, Belis (compiladora)
(2005): La gran máquina. La imprenta en
Mérida. Mérida, Universidad de Los Andes, Ediciones del Rectorado, pp.
164-171.
[ii] Febres Cordero,Tulio: “Datos
Históricos sobre la Imprenta en Venezuela-Estado Mérida”. En: Araque, Belis
(compiladora) (2005): La gran máquina.
La imprenta en Mérida. Mérida, Universidad de Los Andes, Ediciones del
Rectorado, pp. 56.
(*) Quien esté interesado en el tema le recomiendo leer de nuestra autoría; CIUDAD DE LIBROS: HISTORIAS DE MÉRIDA, Mérida, Ediciones APULA, 238 pp. (Se consigue en las librerías de Mérida: La Rama Dorada; La Ballena Azul; y Temas). Revisando el texto recientemente (12.03.2023) debo decir que esas librerías no existen ya o no tienen el libro. Si lo desea, y estoy interesado en regalarlo a quien le interese, por favor escríbeme a mi correo: ruizch2@gmail.com
(*) Quien esté interesado en el tema le recomiendo leer de nuestra autoría; CIUDAD DE LIBROS: HISTORIAS DE MÉRIDA, Mérida, Ediciones APULA, 238 pp. (Se consigue en las librerías de Mérida: La Rama Dorada; La Ballena Azul; y Temas). Revisando el texto recientemente (12.03.2023) debo decir que esas librerías no existen ya o no tienen el libro. Si lo desea, y estoy interesado en regalarlo a quien le interese, por favor escríbeme a mi correo: ruizch2@gmail.com
(**) Oleo de José Francisco Mas y Rubí firmado por T. H. Lacumbe en 1861. Agradecemos la gentileza del Museo y del Archivo Arquidiocesano de Mérida que nos autorizó para tomar las fotografías del cuadro y del libro, así como para publicarlas en éste blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario