Hace unos días al
despertar, tuve la visión de la Sierra
Nevada que aparece en el cuadro que acompaña el texto. Me levanté y
rápidamente tomé la foto. Las imágenes a esa hora duran pocos momentos.
El cielo estaba encendido en rojo y el sol aún estaba detrás de las
montañas.
La lectura de un
correo que me envió un amigo médico (CGC), me ha motivado
a colocar la foto al revés.
En la parte final del texto está
correctamente colocada para tranquilidad de quienes nos leen. Pero, déjenme
explicar la travesura visual.
En
1999 Lawrence Katz y Manning Rubin popularizaron el término de Neuróbica
para identificar una actividad que cumple funciones similares a la gimnasia, pero en la actividad mental. Esto científicos
descubrieron que la estimulación sensorial y la realización de actividades y
pensamientos inusuales producen sustancias en el sistema neurobiológico que estimula el crecimiento de
nuevas dendritas y neuronas. Todo lo cual trae el consiguiente efecto en la disminución
del deterioro de las facultades mentales. Tradicionalmente las personas establecen rutinas que les
permite realizar actividades de forma
automática, que los hacen más eficientes, pero a la vez, desestimula la
actividad de una parte del cerebro.
Cada día conozco
más personas de mi entorno que tienen familiares y amigos quienes sufren de Alzheimer. Es una
enfermedad terrible perder la conciencia de nosotros mismos, incluso la
capacidad para controlar nuestros órganos y depender de otros, para desgracia
del enfermo y de la familia que lo cuida.
Por ello el correo que circula en
las redes sociales, que nos envió CGC, motivó nuestro texto.
Al parecer los
creadores de la Neuróbica aseguran que no sólo previene el Alzheimer, sino
también logran una mayor atención, memoria e integración social de los jóvenes
entre 5 y 25 años. Aseguran que entre
los de la década siguiente les ayuda a desarrollar mayor confianza en sí mismos, sobre todo en la complicada
etapa de buscar trabajo. En los adultos (35-65) les ayuda a sentirse y hasta
ser mejores personas. Entre los de la
tercera edad, que por el stress, sus
facultades mentales han disminuido, se las ayudan a recuperar en especial la
memoria y la dislalia, que es una desarticulación de los fonemas que sufren
algunas personas. Es decir, esto es la
panacea.
Pero, lo mejor de todo es que todo ello se logra con
la realización de actividades muy simples aunque inusuales, o mejor realizadas de
manera distinta a la rutina, que durante años hemos establecido. El
ejemplo clásico es cepillarse los dientes con la mano izquierda si somos
diestros y supongo que con la derecha si somos zurdos. Colocarse el reloj en
una posición distinta a la que usualmente utilizamos. Caminar hacia atrás -y esto lo vi realizando
a mucha gente en China en los parques y supuse que se habían vuelto locos- o vestirse con los ojos cerrados. Otros ejercicios son ver
las fotos al revés o mirar la hora
frente a un espejo. La
inventiva sobre el tema parece que no tiene
límites y corresponderá a cada quien ofrecer los frutos de su propia cosecha.
Por lo pronto,
cuando contesté el email que me mandaron sobre la Neuróbica escribí con la mano
izquierda. Y mi esposa ya hoy se cepilló
los dientes con la mano izquierda y se
colocó el reloj en la otra muñeca. Bueno,
es el tiempo de intentarlo todo para
tener una mejor calidad de vida.
Les ruego eso sí,
no se lo cuenten a los motorizados.
No sean capaces de manejar de espaldas y eso me parece que los puede convertir
en más peligrosos de lo que ya son.
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