miércoles, 11 de febrero de 2015

Los ticos, el ejército y la civilidad

Costa Rica, la tierra de los ticos, se ha convertido en un emporio de turismo  sustentable. Extraño término y quizás poco entendible. Pero, veamos. 


El año antepasado Costa Rica fue el tercer destino en los viajes de luna de miel en el mundo, precedido por París y Roma. ¿Cómo lo han logrado los ticos?



Pues, entre otras cosas, al tener casi una tercera parte de su territorio como zona ecológicamente protegida y explotar su gran diversidad biológica, que hace del país, un destino turístico único. 



El turismo supera a las exportaciones de café, que es sin duda alguna, uno de los mejores del mundo, ahora con la etiqueta de ser  su producción, ecológicamente sustentable.

Para nosotros los venezolanos, cansados del culto a la personalidad -del innombrarle y su heredero a dedo- y a la exagerada incidencia del estamento militar en la vida política, visitar el Cuartel Bella Vista en San José de Costa Rica es grato y además nos llena de sana envidia. 


En diciembre de 1948, el gobierno del presidente de ese entonces, José Figueres, eliminó el ejército y dedicó el cuartel para instalar  el Museo Nacional de Costa Rica. La justificación no requiere mucha explicación. Lo que se dedicaba del menguado presupuesto público de Costa Rica al ejército, se invertiría desde ese momento en educación. Y ademas, no se convertirían esos servidores públicos en hegemones de la vida política del hermoso país.  



Actualmente, Costa Rica tiene una de las poblaciones más educadas de América Latina y con una verdadera vocación civilista, parte fundamental de su cultura ciudadana. Por ello, no es de extrañar tampoco que su principal rublo de exportación sean las tecnológicas. Se ha convertido en el país que  produce mayor cantidad de chip, ese adminiculo tan importante hoy en el mundo cibernético.


El Museo Nacional de Costa Rica, que ocupa el antiguo Cuartel Bella Vista comienza con un hermoso mariposario que permite al visitante ser cubierto prácticamente por cientos de mariposas de la inmensa cantidad de variedades que existen en ese país. La foto que acompaña el texto fue tomada allí. Luego hay una larga sala que explica el origen del edificio y la razón por la cual ahora, en vez de un cuartel, es un museo. Muy orgullosos están los ticos de esta decisión y creo que los demócratas del mundo les acompañarán en esta decisión: no a los cuarteles, sí a los museos.  Los calabozos para castigar a los soldados y apresar a la disidencia política, ahora son la muestra de una época que ningún país debe tener. Los venezolanos debemos soñar e impulsar que los calabozos del Helicoide, en especial la tumba,  se conviertan en museo cuando salgamos de esta pesadilla que comenzó en 1999.

La siguiente zona del Museo Nacional de Costa Rica lo ocupan varias salas que muestra el orgullo por los ancestros prehispánicos de los ticos. Nunca, por supuesto, con la historia y complejidad de las culturas Azteca, Maya o Inca, pero igualmente fue una época rica y compleja en una zona que logró nutrirse y relacionarse con las grandes sociedad prehispánicas, del norte y del sur del continente.

Finalmente, queremos destacar, para nuestros lectores, que en estos últimos meses, el Museo Nacional de Costa Rica, ha tenido una importante exposición sobre los estudios de la biodiversidad del trópico. Tal como ocurre en buena parte de las universidades latinoamericanas, estas han sido y son el centro del esfuerzo por conocer y preservar lo mucho e importante que tenemos como pueblos y regiones geográficas en nuestras sociedades.  En el caso que nos ocupa, la exposición ha sido organizada por la Universidad de Costa Rica y la OET (Organización para el Estudio de los Tropicos).  A cuatro investigadores, tantos costarricense  como extranjeros, se les rinde homenaje y se muestran muchos de los logros obtenido a lo largo de varias décadas de investigación sobre los trópicos y su diversidad, fundamentalmente biológica. Da pena saber que, en el caso venezolano, no se entienda la función que estas instituciones cumplen y se les someta a una crisis presupuestaria como la que viven actualmente, así como la imposibilidad de renovar sus autoridades como la ley lo establece. Pero además, -seguimos con el caso venezolano- sin entender la importantísima función de investigación que las universidades, principalmente las autónomas,  realizan pese a las lamentables condiciones de existencia institucional que viven.

Sirvan estas reflexiones sobre los ticos, su hermoso país, su decisión civilista y ciudadana de  no contar con ejército y por ser un país que resolvió vivir en paz entre ellos y con el resto de la humanidad, para soñar los venezolanos con un país de respeto  y progreso, sin confrontaciones exajeradas, sin creernos el centro de la revolución internacional del siglo XXI, en donde no hay comida, ni energía eléctrica, ni tan siquiera papel higiénico. 


Costa Rica un país pequeño, que en el pasado se pudo catalogar como muy pobre. Sinb embargo,  han logrado construir una sociedad justa, que progresa y se siente responsable por el destino de la humanidad con su aporte cultural por preservar e incrementar una riqueza que mucho continúan sin entender, la diversidad biológica. Como ellos dicen de seguido: !PURA VIDA...!



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