Cuando Venezuela
emergió (en 1958) de las tinieblas después de sufrir férrea dictadura, abrió puertas para
que de nuevo entrará luz: retornaron los nuestros y vinieron otros de diversas
latitudes; juntos emprendieron la gran tarea de restaurar el país
enriqueciéndolo en cultura, en educación y en ciencia, edificando sólido y
generoso hogar.
Hoy ese nuevo país se nos escapa entre nubes oscuras, nubes que torturan, que sofocan, intentando ahogar la esperanza; no obstante, con valentía los venezolanos resisten la salvaje insolencia del gobierno que guiado por agresor extranjero intenta destruir todo lo construido por personas creativas y manos laboriosas pretendiendo derrumbar la institucionalidad que rige nuestras vidas como ciudadanos libres.
Hoy ese nuevo país se nos escapa entre nubes oscuras, nubes que torturan, que sofocan, intentando ahogar la esperanza; no obstante, con valentía los venezolanos resisten la salvaje insolencia del gobierno que guiado por agresor extranjero intenta destruir todo lo construido por personas creativas y manos laboriosas pretendiendo derrumbar la institucionalidad que rige nuestras vidas como ciudadanos libres.