Por: Orlando Albornoz
Universidad Central de Venezuela
La definición por la lógica del contrario: la
ausencia de la virtud, la noción de la
indignidad. El caso del rectorado de Martin Heidegger en Friburgo
y los de Francisco De Venanzi en Caracas y Rafael Reif en el M.I.T. en Boston.
Defino héroes intelectuales no a los notables escritores (poetas, narradores, historiadores, en fin) sino a quienes con su obra humanística o científica, con sus textos, con sus investigaciones, con sus estudios, indican a sus países nativos el camino a seguir para su fortalecimiento, supervivencia en medio de las fatales trampas (o mejor astucias: como el caso de nuestra patria, sorprendida en su buena fe) de las perennes luchas entre las naciones.
Lubio Cardozo, “El héroe intelectual”
5 de Mayo de 2012 Papel Literario, El Nacional
Al analizar vivos y fallecidos aplico lo que José Luis Martínez
decía de su biografiado, el conquistador de México:
“A Hernán Cortés, como a toda personalidad histórica, no hay que
elogiarlo sin más ni más, ni insultarlo sin menos ni menos. Hay que explicarlo”
(1992: México, Fondo de Cultura Económica).