En la semana que concluye me conseguí con mi amigo, el de la felicidad (*). Siempre le pasan cosas extrañas.
Afortunadamente él esta decidido a ser feliz y al parecer lo consigue.
¡Amigo, hace tiempo no he sabido de ti, cómo te ha ido con el confinamiento y el Covid-19!, le expresé con el interés de escuchar sus cuentos tan enrevesados y hasta peligrosos.