foto: Ramón Pico
Por: Roberto Rondón Morales. MIRADAS MULTIPLES.
En este siglo XXI, el problema más agudo para las universidades venezolanas es su financiamiento por la progresiva incapacidad presupuestaria pública y por las inmensas deudas educacionales privadas. A continuación se muestran algunas de las situaciones que el financiamiaemiento de las universidades han enfrentado en su historia y se proponen ideas para abordar esta problemática, desde el campo legislativo.
ANTECEDENTES.
1.- En la Edad Media, las Universidades no tenían sedes, se reunían en conventos y catedrales; los alumnos y maestros en su mayoría eran monjes mendicantes. Los gastos eran para libros y pergaminos, y se pagaba sólo por exámenes para los grados de Bachiller, Licenciado, Maestro y Doctor.
2.- En el Renacimiento, el intelectual humilde medieval desapareció, y lo suplió un maestro que recibió salario. Sin embargo, con el tiempo desecho los salarios por el cobro directo de altas matrículas y por los grados otorgados. La Universidad fue entonces de élites por los costos. Los profesores ricos, crearon un linaje o casta, con ceremonias de grado pomposas, toga, birrete y anillo, parecidos al clero y a los nobles, también clases privilegiadas. La Universidad se enriqueció también, y tuvo edificaciones para docencia, administración, residencias y calles que crearon el recinto, inviolable.
La Reforma Luterana y la Contra Reforma Cristiana, en estados y principados, crearon universidades para formar su burocracia y su clero, pero conservó los altos costos matriculares y de grado, sostenibles sólo por clases nobles y ricas.
3.- A la América, llegaron dos modelos hispánicos, reales y papales, uno público similar a Salamanca y uno privado religioso similar a la Universidad de Alcalá de Henares. El financiamiento tradicional, fue por altas matrículas y pomposos grados de élites coloniales, por concursos de cátedras, multas. Recibían contribuciones de los impuestos coloniales, ayudas de patronatos, censos o hipotecas sobre haciendas y casas de particulares, y productos de haciendas de su propiedad, legadas y donadas.
Se pagaban salarios del Rector, Vicerrector, Maestro de Ceremonias, Profesores, Bedel, Sirviente, fiestas patronales, aniversario de fundadores, deudas religiosas, premios y biblioteca. La hacienda universitaria la manejaban administradores, síndicos y contadores de una manera muy pulcra, y con el criterio de protegerla y aumentarla.
4.- La Gran Colombia en 1826, sólo reconoció las Universidades Centrales de Caracas, Bogotá y Quito. Por ello, su Presidente Simón Bolívar, en 1827 otorgó a la Universidad de Caracas un Estatuto Republicano Autonómico, designó Rector al Dr. José M. Vargas, la dotó de haciendas, fincas, solares, casas expropiadas a españoles, para su sostén económico. José Antonio Páez, Presidente reconoció a la Universidad de Mérida, y designó en 1832 al Dr. Ignacio Fernández Peña, Rector. En 1836, promulgó sus Estatutos Republicanos Autonómicos y otorgó bienes raíces para su funcionamiento económico.
5.- Esta autosuficiencia financiera y la autonomía finalizaron al llegar el liberalismo de Antonio Guzmán Blanco a la Presidencia en 1870. Acusó a las dos Universidades, a las que llamó Central de Venezuela y de Los Andes, de ser “nidos de godos”. Decidió su debilitamiento con la creación de Colegios Federales que otorgaban los mismos grados que las Universidades. Las obligó a redimir las hipotecas y a vender las propiedades urbanas y rurales, cuyos ingresos irían al Tesoro Nacional, y empezaron a ser financiadas por el Fisco Nacional, siempre retardado e insuficiente como hasta ahora. La asignación presupuestaria se hacía a través del Ministerio de adscripción, Ministerio de Instrucción Pública o de Educación, ya que no eran autónomas.
6.- En la Reforma Universitaria de Córdoba (Argentina) en 1918, se formuló el modelo autonómico de Universidad Latinoamericana, y se logró el ingreso libre de los estudiantes y la gratuidad en la Universidad, para finalizar la discriminación y el elitismo.
En Venezuela sólo fue en septiembre de 1946, cuando la Junta de Gobierno promulgó un Estatuto de las Universidades Nacionales, otorgando autonomía parcial a las Universidades UCV, ULA y LUZ creada entonces. Les asignó directamente un aporte de uno a dos por ciento de los ingresos nacionales.
7.- La dictadura de Marcos Pérez Jiménez, entre 1953 y 1958, obligó a las Universidades a financiarse con matrículas, pagos de servicios y otros ingresos propios, y secundariamente con aportes fiscales.
8.- En 1958, se aprobó una Ley de Universidades plenamente autonómica, y se fijó uno a uno y medio por ciento de los Ingresos Nacionales, que se otorgarían directamente a las Universidades, ahora además ya exsitía la UC. Una reforma de la Ley de 1970, no modificó esta asignación. En el siglo XXI se llegó a una crisis muy aguda que ha afectado gravemente las estructuras humanas, físicas, tecnológicas de la Universidad. Aparte, se han creados más de cincuenta universidades públicas que hacen más compleja la situación, con un Estado más debilitado y con ingresos petroleros y de impuestos disminuidos.
LA UNIVERSIDAD Y EL PRESUPUESTO ACTUAL
Actualmente hay una universidad hipertrofiada, con estructuras redundantes, funcionamiento y procedimientos engorrosos que no favorecen los fines de la institución. La administración universitaria está anquilosada, reactiva, intuitiva, personalista, y administra una crisis que la desbordó, que no rinde cuentas, y que ofrece una gran debilidad a la gestión administrativa.
El 98% del presupuesto universitario es fiscal, representa 8% del total presupuestario. Se gasta 82% en personal, incluido 50% del personal jubilado. No es producto del rendimiento académico ni de estudio de costos. Es una asignación histórica que sólo alcanza para funcionamiento de 3 o 4 meses cada año.
La Universidad debe plantearse una gerencia moderna, una reconversión para la toma de decisiones eficientes y condiciones para adaptarse a las demandas del entorno, sin dejar la obtención de fondos propios
LA PROPUESTA FINANCIERA DESEABLE Y POSIBLE
Parte del principio de reforzar a la Universidad Pública por ser un factor de homogeneidad social, sin llegar al estatismo ineficiente ni a la privatización. Debe orientarse hacia una universidad productiva, no distribuidora de beneficios rentistas. Debe relegitimar a la universidad, reconstruirse como factor de desarrollo de la democracia, la justicia, la participación y el protagonismo de las comunidades local, nacional e internacional.
Se prpone una combinación de fuentes de financiamiento, en especial pública por ser la más estable, que contiene:
1.- La reestructuración y la creación de una gerencia creativa en la Universidad. 2.- Un componente de la Ciudad Competitiva donde reside la Universidad. 3.- Un componente de la sociedad productiva que la rodea. 4.- Un componente gubernamental con Fondos Nacionales de Financiamiento. 5.- Un componente de organismos internacionales.
ESQUEMA DEL FINANCIAMIENTO
1.- La Universidad desarrollará sus funciones concurrentes de Investigación o creación cntelectual; docencia o formación profesional y extensión o interrelación con las comunidades, de alto nivel y excelencia, orientadas por fines de desarrollo del talento, de la creación científica, humanística, social, artística como aportes a la evolución de la humanidad y a la conservación de su liderazgo intelectual. Este primer nivel de las funciones universitarias se financiará con recursos propios originados en la reconversión, la ciudad competitiva, emprendimientos y relaciones con la sociedad productiva y con organismos internacionales, mediante, convenios, estudios.
2.- La Universidad desarrollará un segundo nivel de funciones concurrentes de Investigación o creación intelectual, docencia o formación profesional y extensión o interrelación con las comunidades, orientadas por las políticas que el Estado desarrolle y financie, sus competencias exclusivas, y que emita por vía del Consejo Nacional de Educación Superior (CNES). Estas funciones con sus recursos humanos, materiales, tecnológicos serán financiadas por el Presupuesto Nacional.
3.- El Gobierno Nacional creará tres Fondos Nacionales, dos de corto plazo, y uno de largo plazo
3.1. Un Fondo Nacional para financiar las actividades físicas de la Universidad, mantenimiento de edificios, equipos, instalaciones, calles, parques; y la vigilancia de los recintos. Este Fondo Nacional se calculará, aplicará y rendirá cuenta entre el CNES y las Universidades.
3.2. Un Fondo Nacional para financiar los gastos de las actividades humanas. formación, salud, seguridad social, pensiones. Este Fondo Nacional se calculará, aplicará y rendirá cuentas entre el CNES y las Universidades.
3.3. Un Fondo Nacional de Desarrollo de las Universidades, con aportes del Ejecutivo Nacional, otros órganos públicos, así como con la Ley de Ciencia y Tecnología, donaciones y liberalidades de estados y municipios, contribuciones de egresados, bienes obtenidos por operaciones de la institución o cualquier otro mecanismo legal. Será un Fondo Autónomo y a largo plazo para proyectos de desarrollo.
Todas estas propuestas se han discutido durante algunos años y se propondrán para ser incluidas en un anteproyecto de ley de financiamiento de la Educación Universitaria.
Mérida, Mayo de 2022.
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