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Por: Roberto Rondón Morales. Junio 2021El 11 de julio de 1927, el Nuncio Apostólico Monseñor Fernando Cento informó, después de múltiples gestiones, al Arzobispo Monseñor Antonio Ramón Silva de la llegada en el próximo octubre, de las Hijas de María Auxiliadora - HMA o Hermanas Salesianas para una fundación en esta ciudad. Gestiones en ese sentido, habían hecho también el Obispo Tomás Antonio Sanmiguel del Táchira y Enrico De Ferrari, Inspector Salesiano en Venezuela ante la Madre Superiora Luisa Vaschetti, en Turín.
EL ARRIBO A VENEZUELA Y A MERIDA
Se despidieron de sus Superioras en el Puerto de Génova, el 20 de noviembre y partieron en el buque Re Vittorio, para arribar al Puerto de la Guaira el 5 de diciembre de 1927, las Hermanas Reverenda Claudia Rezzonico, argentina, Coordinadora del Grupo, y las Sores Dolores Ruiz, española, Anna Gilli, Serena Belloli, Yolanda Pazzetta, Prete Vittorino, Caterina Tavilla y Carolina Bataglino, italianas; y María de la Luz Martínez, mexicana. Fue en Mérida la primera fundación en Venezuela de las Hijas de María Auxiliadora.
Fueron recibidas por los salesianos con agrado, y con homenajes en Caracas por otras Congregaciones. De inmediato, partieron para Mérida el 9 de diciembre, en automóvil durante cuatro días, por carretera de tierra, angosta, llena de curvas y peligros, acompañadas del Padre Enrico De Ferrari, Inspector Salesiano, haciendo escalas en Valencia, Acarigua, Barquisimeto y Valera.
Las acompañaron desde Tabay, el 15 de diciembre, una Comisión de Ciudadanas y Ciudadanos, y luego en Mérida por el ahora Arzobispo Monseñor Acacio Chacón, quien les informó sobre la Casa donde funcionaría el Colegio y el Oratorio Festivo, ubicada en la intersección de la Avenida 5 con Calle 21, que pertenecía a una Capellanía de la Iglesia de El Espejo. Allí iba a instalarse inicialmente el Colegio San José de los jesuitas, lo que no había ocurrido.
La misma noche del 15 de diciembre, el Arzobispo les ofreció una cena junto con el Inspector Salesiano, otros sacerdotes e invitados. Recibieron visitas de los superiores jesuitas del Colegio San José, la esposa del Presidente del Estado, otras personalidades y distinguidas señoras de la ciudad.
Por requerimiento urgente del Obispo San Miguel del Táchira, el 17 de diciembre viajaron a San Cristóbal, las Sores Claudia Rezzonico, Prete Vittorino, Caterina Tavilla, Caterina Bataglino y María de la Luz Martínez.
Se designó a este Colegio como Inmaculada Concepción y no María Auxiliadora como era su costumbre, por petición expresa del Arzobispo, por ser esta advocación la Patrona de la Ciudad de Mérida.
EL INICIO DE LAS ACTIVIDADES DOCENTES
Las actividades escolares se iniciaron el 7 de enero de 1928 bajo la dirección de Sor Dolores Ruiz, con los tres primeros grados de Educación Primaria Elemental, y con el objetivo de completar la plantilla docente en 1929 para ofrecer los restantes grados de la Educación Primaria Superior. Esto se logró al llegar a Venezuela e incorporarse las Sores María Guadalupe Torres, mexicana, Delfina Imberti, Angelina Camiloto y Teresita Baccialarge, italianas.
Desde 1928, se inició el Oratorio Festivo con 400 niños y niñas que asistían los domingos de 1 a 5 pm. Recibían lecciones de catecismo, jugaban, y terminaban con la bendición del Santísimo y merienda. Aparte, se ofrecían lecciones de corte y costura a las jóvenes que no podían asistir a clases formales.
La Dirección del Colegio elaboró en 1928, el Primer Prospecto donde indicaba que habría alumnas internas, semi internas y externas, que abonarían Bs 100.oo; 60.oo y 15.oo respectivamente. Las alumnas internas deberían llevar todos los atuendos para residir, marcados con sus nombres y apellidos. El Colegio sólo suministraría la cama y los pupitres.
La Directora Sor Dolores Ruiz elaboró un segundo Prospecto que publicó en el Diario El Vigilante; logró la autorización episcopal y la del Ministerio de Instrucción Pública, previo un informe favorable de los Drs. Carlos Julio Pineda, José Roberto García y Rubén Corredor, Jefe, Secretario y miembro de la Junta de Inspección de Instrucción Elemental.
Las primeras alumnas en 1929 fueron. Primer Grado: Angulo, Noemí; Algarra, Herlinda; Biaggini, Angélica; Cordero, Leticia; Lacruz M, Isabel; Lacruz C, Mercedes; Quiñones, Ismelda; Sanchez, Clara; Scrochi, Nancy; Sardi, Angelina y Uzcátegui, Margarita.
Segundo grado: Cáceres, Oliva; Carrero R, Rosa; D´ Jesús, Aura; Cordero, Lía; Matheus, Delida; Mendoza, Leonidas; Paparoni, Rosa; Torres M, María; Uzcátegui, Elena; Uzcátegui, Luz y Uzcátegui, Nieves.
Tercer grado: Araujo, Honoria; Consalvi, Elba; D´ Jesús Q, Carolina; Mora M, Felicia; Paparoni, Josefa y Quiñones, Carmelina.
LA SEDE FUNDACIONAL
En 1927, a las Hijas de María Auxiliadora se les ubicó en una casa en las intersecciones de la Avenida 5 y Calle 21, que pertenecía a la Capellanía de la Iglesia del Espejo, y que el Arzobispo dispuso que allí funcionaría el Colegio Inmaculada Concepción. Hubo una mala interpretación en la sede central de la Congregación en Turín, donde habían pensado que esta era una donación, pero que no lo era, por lo que tuvo que comprarse en 1943 por medio de una organización responsable de los bienes de las salesianas llamada Sociedad, Cultura y Educación. Previamente, en 1937, adquirieron un terreno anexo de la señora María Ruiz de Salas; y en 1941, casa y terreno anexo de la señora Elena Picón Gabaldón. Así, progresivamente lo hicieron con otros bienes anexos, en 1946 a la sucesión del Dr. Antonio Justo Silva; en 1951 a la señora Graciela Ludovina Falcón de Izarra; en 1957, a la sucesión de Mercedes Martínez y a la sucesión de Jesús Dávila; y un solar de José María Aranguren, a Cira Dávila Volcanes, en 1963, al señor Juvencio Dávila Gil, y en 1974, a los señores y señoras González Berti y Amanda Corredor.
Desde enero de 1932, iniciaron la construcción del edificio anexo a la vieja casona, dada la adquisición de terrenos vecinos, bajo la dirección del ingeniero italiano Signer Bosetti. Entre 1951 y 1956, y luego entre 1972 y 1974, construyeron el magnífico edificio por los ingenieros Harold Hansen y Miguel Hernández, bajo responsabilidad de la organización salesiana nacional.
FUNCIONAMIENTO DEL COLEGIO
En 1932, cesaron las actividades de la Directora fundadora Sor Dolores Ruiz por su traslado a Los Teques para fundar el Colegio María Auxiliadora en esa ciudad. Fue sustituida por la Sor Alicia Matamoros, procedente de Colombia, quien continuó el proceso de expansión.
En los primeros años de funcionamiento del Colegio, recibió innumerables visitas para admirar la obra salesiana y pendientes de su progreso: El Arzobispo, el Inspector Salesiano, el Capellán jesuita, y una visita desde Colombia, donde estaba originalmente la Superioridad de la Congregación de Venezuela, y hasta 1934, cuando se estableció en Venezuela la Inspectoría Salesiana con la Madre Superiora Décima Rocca, en Caracas. Esta visita desde Colombia la coordinó la Madre Alicia Matamoros, y con ella viajó Sor Carolina Mioletti de la Superioridad de la Congregación en Turín. Recibió reconocimientos en 1932 del Sr. Eduardo Picón Lárez, Inspector Técnico de la Segunda Circunscripción Escolar.
En 1933, funcionaban los seis años de Educación Primaria y un Jardín de Infancia. Ese año por la urgente necesidad de calificadas maestras, el Ministerio de Instrucción Pública creó en la sede de este Colegio, la Escuela Normalista de Mujeres, primera en el occidente del país, decisión refrendada por el Ministro R. González Rincones. Se aceptó con gran satisfacción esta nueva tarea porque ahora no sería necesario viajar a Caracas a tal fin, y se reconocía la alta calidad y responsabilidad del Colegio. Esta Escuela graduó maestras de primera calidad, y funcionó hasta 1983, cuando como consecuencia de la Ley Orgánica de Educación, se profesionalizó esta actividad, y los Colegios Salesianos donde se asentaban las Escuelas Normalistas, analizaron no disponer de recursos para la nueva etapa con nivel universitario de formación docente. Se graduaron en esta Escuela, 1277 maestras.
El Ministro de Educación visitó el Colegio en 1946 con motivo de inaugurar en Mérida la Campaña de Alfabetización de Adultos, y luego en 1949. Para este año, había 70 internas, 16 semi internas, 150 externas, 25 en el Jardín de Infancia, 135 en el Oratorio Festivo y 12 Centros Juveniles.
El Decreto 321 de 1946, fue considerado como un ataque artero a la educación privada, y en especial la católica. Se hacía una distinción muy desfavorable de las notas previas en colegios públicos y privados así como en la composición de jurados para exámenes finales. Como consecuencia hubo escritos, declaraciones radiales y en prensa y manifestaciones en la calle, rogando al Supremo la derogatoria de este Decreto, lo que se logró después de marchas y repetidas protestas en la ciudad con participación importante del Colegio Inmaculada Concepción. Finalmente, el Ministro renunció y se derogó el Decreto. Como consecuencia de este incidente, se creó la Asociación Venezolana de Educación Católica AVEC, en la que el Colegio Inmaculada Concepción jugó un papel determinante.
En 1949, iniciaron los estudios de educación secundaria.
En los años 1970, por un criterio nacional e internacional contrario a los internados y las disciplinas que se imponían, al lado de la falta de personal y los costos, se clausuró el internado.
LA POPULARIZACION DE LAS OBRAS SALESIANAS
En 1975, el Colegio servía a 1.365 persona: 45 Internas en plan de cierre; 536 Externas; 80 en el Jardín de Infancia; 420 en el Oratorio: y 284 en el Equipo Vocacional. Este último para promover las vocaciones y formar nuevas Hijas de María Auxiliadora para continuar y ampliar las Obras, ya que empezaba a sentirse la falta de nuevas vocaciones.
Desde 1976, la Madre Superiora en Venezuela, Sor Henriqueta Hernández dio impulso a la popularización de las Obras Salesianas. Particularmente en Mérida, el 21 de enero de 1981, se convocó una reunión de la Comunidad de Padres, Representantes, Profesores y Alumnas para analizar la situación del Colegio que hasta ese entonces no tenía la apreciación de ser popular. Esto se vio reforzado por la aplicación de la Ley Orgánica Educación de 1980, por lo que se adaptó a la misma y se convirtió en una Unidad Básica Educativa, con dos fases, de Educación Básica y Diversificada.
Para llevar a cabo esta adaptación, las Hermanas Hebe Dávila, Hermelinda Carrillo, Aura García y Leonor Montilla realizaron cursos sobre Educación Básica en el Estanquillo, Municipio Sucre de Mérida, a instancias del Ministerio de Educación.
LA CREACION DE LA ESCUELA TECNICA
En el proceso de adaptación a la Ley Orgánica de Educación de 1980, el 21 de septiembre de 1994 se informó acerca de la creación de la Escuela Técnica y de Servicios Administrativos. El 12 de febrero de 1995, hubo una reunión de profesores de la Escuela Técnica y de Servicios Administrativos con la Pequeña y Mediana Industria y con instituciones turísticas, financieras, comerciales y con representantes del gobierno.
El 25 de enero de 1996, la Gobernación del Estado entregó una ayuda económica para iniciar las obras del Laboratorio de Idiomas, que tenía una relación funcional con la Fundación Escuela Técnica. Igualmente, colaboró en esta obra el Fondo Social de CANTV así como el Dividendo Voluntario para la Comunidad. Luego en la Escuela Técnica se agregó la especialidad de Administración Financiera y Aduanera.
El 11 de marzo de 1996, se iniciaron las pasantías en hoteles, agencia de viajes y otras empresas, previas a la obtención del Título en Turismo e Informática.
A finales del 2000, las actividades que se desarrollaban en el Colegio Inmaculada Concepción:
1.- Las primera, segunda y tercera etapas de la Educación Básica
2.- La Escuela Técnica de Comercio y Servicios Administrativos con las menciones de Turismo, Informática y Administración Aduanera.
3.- El Grupo de Infancia Misionera.
Ha sido una preocupación permanente de la educación salesiana la formación integral, que implica la presentación se exámenes públicos sobre conocimientos y destrezas; lecturas; entrega de distinciones y premios; ejercicios espirituales para reforzar la preparación espiritual; la celebración de fiestas religiosas; la asistencia sistemática a misa; deportes y gimnasia; participación en actividades comunitarias. Una tarea para siempre.
La proyección social de la formación salesiana no sólo ocurre por su Misión y Visión, sino como una contribución al mantenimiento del orden social frente a los conflictos morales, religiosos, políticos y jurídicos derivados de la modernidad y de la discusión sobre la posición de la Iglesia frente al socialismo y al neoliberalismo.
A partir de la Ley Orgánica de Educación de 2009, el reto ha sido convivir con los criterios del pensamiento bolivariano, el rol liberador de la educación para la formación ciudadana, el planteamiento “Cada Familia, una Escuela” y otros.
Nota:
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(*) Imagen tomada de:
https://www.facebook.com/inmaculadamerida/photos/158841464204918
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