Nuestro interés por la escritura no fue tan temprano, como la de algunos familiares cercanos, que ya lo hacen al final de la segunda década de sus vidas. Claro que, escribimos como parte de las exigencias universitarias y lo disfrutamos más de lo normal, pero no antes, que yo recuerde. He contado en éste blog cuál fue el origen del gusto por esta actividad y también quién me hizo consciente de la artesanía que supone escribir[1].
Ahora, más recientemente, hasta me han invitado para hablar, a estudiantes de comunicación social, sobre nuestra experiencia como escritor o mejor “corrector”,[2] tal como se llamaba a sí mismo Manuel Caballero. Y es que para que algo salga más o menos bien escrito, hay que corregir hartas veces. Pero, no nos vayamos por las ramas.
Quizás a muchos de nuestros lectores les ha pasado que le regalan un libro y lo deja para leerlo luego y pasa el tiempo, sin abrirlo, ni tan siquiera ojearlo. Eso fue lo que me pasó con la obra colectiva: Poética de los poetas (2014): Bogotá, Universidad Externado de Colombia, Cuadernos Culturales Núm. 5, 145 pp.
¿Y por qué lo dejé en espera, sin leerlo? Supongo que mi axioma –que ahora comienzo a poner en duda- de que escribir es muy difícil y que hacerlo bien es casi imposible. Además que, escribir poesía es casi como obra de los dioses. Sí, de gente tocada por una cualidad superior al resto de nosotros los mortales, así escribamos o corrijamos más o menos bien. Todo lo anterior ayudó a ese aparente desdén por el libro en referencia.
Pero bueno, nunca es tarde cuando la dicha llega. En Poética de los poetas, se le pidió a un grupo de poetas, valga la redundancia, para que respondieran un conjunto de preguntas. Al menos es lo que intuyo luego de leer casi todo el libro. Preguntas sencillitas como: ¿por qué escriben poesía?, ¿para qué sirve la poesía?. O, todavía más complejo: que intentaran definir la poesía.
Son veintiún textos los que se recogieron en el libro. No se si todos fueron expresamente solicitados para esa publicación o si algunos son tomados de otras obras. Pero, resalta que todos son interesantes y algunos extraordinariamente hermosos. Por ejemplo: Miguel Méndez Camacho, comienza preguntándose: ¿Para qué sirve la poesía? Y responde con otra pregunta de un poeta a quien también se la hicieron, quien interrogó a su interlocutor así: ¿Para qué sirven los arreboles?. Lo deja a uno perplejo la respuesta sobre la poesía.
Otra fue lo dicho por Jorge Luis Borges quien sugirió que: ”… la poesía es tan inútil como los atardeceres, la música, el paisaje, el aroma de la flor, la belleza de una mujer… la inmotivada risa de los niños.” Así se expresó Borges, en unas conferencias en la Universidad de Harvard, tal como nos cuenta Méndez Camacho: “… la poesía como la belleza está en todas partes, acechándonos; por ser un asunto cotidiano”. Pero hay algo más y es quizás ésta frase la que me engancho a leer el libro y disfrutarlo. La poesía, nos dice Méndez Camacho: “No es un suceso mágico o insólito, como creen los críticos, los gramáticos y los especialistas”. Y allí me vi reflejado, no por saber de poesía, sino justamente por no saberlo.
Más adelante en el libro, Luz Mary Giraldo, nos resume la cualidad artística del poeta con otros autores: “El verdadero creador, en este caso el poeta, busca tonos y analogías reveladoras, como el pintor que atrapa la luz o la sombra, o el músico que condensa el movimiento del sonido en una nota sostenida o intermitente, o el fotógrafo que captura el instante mientras el cineasta suma los instantes en movimiento. Cada cual tiene la intención de ir más allá de lo que ve u oye”.
Para no cansar a nuestros lectores sólo quiero recoger otra frase sobre la poesía de Federico Díaz Granado que me impactó: “El poeta es un artesano que con generosidad da a ver lo que otros no ven… cada poema es un acto de amor por el mundo y la humanidad. Es el testimonio verdadero del paso del hombre por esta aventura vital y
de sus intentos constantes por alcanzar la felicidad.” Y es que en esto de reflexionar y de buscar el sentido de la felicidad humana, he estado inmerso en los últimos tiempos[3].
En fin, para ir más allá del respeto y la admiración por la poesía y los poetas, vale la pena saber qué dicen estos veintiún autores sobre la poesía. Gracias John. Gracias Lili.
Notas
[1] Pueden leer mis peripecias como profesor instructor universitario, así como investigador y escritor académico, en mis recuerdos sobre César Chávez Taborga. Ver en: http://comoenboticadehumberto.blogspot.com/2012/01/cesar-chavez-taborga-homenaje-un.html
[2] Hace poco en una charla que me invitaron a dar para estudiantes del primer semestre
de Comunicación Social de la ULA (Mérida), hablé sobre el tema de las habilidades comunicativas, terminé escribiendo sobre la frase de ser un “corrector”. Ver en: http://comoenboticadehumberto.blogspot.com/2016/09/la-escritura-y-los-comunicadores.html
de Comunicación Social de la ULA (Mérida), hablé sobre el tema de las habilidades comunicativas, terminé escribiendo sobre la frase de ser un “corrector”. Ver en: http://comoenboticadehumberto.blogspot.com/2016/09/la-escritura-y-los-comunicadores.html
[3] Los interesados en el tema de la felicidad pueden leer nuestros textos en éste blog en:
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