jueves, 29 de enero de 2015

¿Quién potencia a la ULA-potencia?

Por: Orlando Albornoz

Universidad de Stanford, California

Universidad Central de Venezuela


Una rápida e incrédula reacción de algunos colegas y amigos de la ULA exige que aclare el tema del título de esta nota. 

Esto es, comenté en mi nota anterior, “ULA potencia académica”. que la ULA tenía la potencia para ser en el año 2030 una potencia académica internacional, bajo el formato de una universidad de investigación que se pudiese ubicar en el grupo de excelencia de las primeras 400 universidades del mundo.[1]

martes, 27 de enero de 2015

ULA potencia académica

Universidad de Stanford, California
Por: Orlando Albornoz,
Universidad Central de Venezuela.

La Universidad de los Andes (ULA) (Venezuela) es una universidad de investigación, según las informaciones del número de investigadores calificados por las agencias venezolanas y así lo corrobora su ubicación en los rankings de universidades, como la primera universidad del país. 

Produce conocimientos pero no patentes. Sin embargo, tiene un núcleo importante de mentes privilegiadas, como se dice en lenguaje internacional.

La ULA está a mucha distancia de ser calificada como una universidad de primera, en el ámbito internacional. En el mundo hay unas 21.000 universidades, de las cuales unas 400 son de excelencia y unas 40 en la categoría de lo que se llaman las World Class Universities. Repartidas en el mundo desarrollado son el orgullo de la academia internacional. Ninguna es del área de América Latina y el Caribe.

jueves, 22 de enero de 2015

!Por un mejor año…!

La quema del año viejo es esperanza para el venidero (*)
Hace ya casi un mes que no escribo en este blog.  No es fácil cuando tus manos y mente lo único que pueden articular es crispación, dolor, desasosiego y  desesperanza.  

El límite de esa situación se hizo presente ayer,  al escuchar al Presidente Maduro. 

Bueno, realmente no lo escuché –mi tiempo es más valioso, así no haga nada- como para gastar un solo minuto en oír cosas tan poco edificantes como las que generalmente expresa.  

Hay gente que lo escucha. Unos por su trabajo, otros por el interés  que el presidente de cualquier república genera en sus habitantes.  Y respeto a sus eschuchas, por su paciencia.