Entre lecturas y liderazgo

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Leer, leer y seguir leyendo. Esa fue una de nuestras actividades preferidas desde la adolescencia cuando devoré muchos libros sobre la Segunda Guerra Mundial y la construcción del Estado de Israel, entre otros temas. 

Luego al ingresar como docente en la Universidad (ULA, Mérida Venezuela), ya la afición por la lectura fue rutina para preparar, impartir las clases y también para fundamentar nuestras investigaciones. 

De tal manera que, entre leer y comprar los libros para atender nuestras actividades académicas universitarias, pasé muchas horas y gasté buen dinero. 

Memoria de papel, memoria digital

 

Néstor –mi padre- tuvo tres hijos. Cada uno tiene sus particularidades.  

Del primero lo que más se puede destacar es su extraordinaria memoria. 

Recuerda cada nombre y cada anécdota de la familia. Guarda  también papeles, fotos y recuerdos  no sólo de Néstor y Sofía (su esposa) sino de  toda  la familia. Cuando nació el primero de  los hijos de Néstor, fue  también el primer varón de  todos los hermanos y de su generación.  

Por una tradición familiar  que había impuesto el bisabuelo le pusieron de nombre Carlos Fabricio.