Foto tomada de Wikipedia (*) |
Hace
unos días Yajaira Freites, investigadora del IVIC, me hizo llegar un artículo
suyo titulado: Andrés Bello: lengua,
ciencia, universidad como expresión de independencia americana”. Quipu, Revista Latinoamericana de
Historia de las Ciencias y la Tecnología. Vol. 16, núm. 3,
septiembre-diciembre de 2014, pp. 235-262.
Ver en http://www.revistaquipu.com.
El trabajo como todos los de ella no tiene perdida y le he pedido autorización para hacer un esfuerzo de divulgación. Entendiendo éste término como una actividad de comunicación desde quienes tienen unas características de su lenguaje, en este caso científico, para un público que no lo tiene.[1]
La
referencia que tengo sobre Andrés Bello (Caracas 1781- Santiago de Chile 1865)
siempre me hace recordar el trabajo del presidente venezolano Rafael Caldera
(1916-2009) sobre el personaje. Y es
que, en nuestros estudios liceístas, la revisión de Bello pasaba por la lectura
del libro de Caldera[2].
Por supuesto, la investigación académica sobre la vida y la obra de Bello, quizás el venezolano más universal luego de
Simón Bolívar, no ha llenado los espacios
de éste otro caraqueño por sus hazañas bélicas. Y esto tienen su razón de ser. El resultado
de la acciones guerreras lideradas por Bolívar, dieron al traste con el imperio
en “donde no se ponía el sol”. Mientras
que las actuaciones de Bello fueron civiles e intelectuales, aunque no por ello
están en un nivel inferior a las militares de Bolívar. Y esto es especialmente
importante para los venezolanos actualmente.
Tal
como lo expresa Freites, Bello:
“(…) es
bien conocido como poeta, filólogo, ensayista, educador, político, diplomático
y jurista; pero también fue divulgador
de la ciencia[3].
Si bien sus escritos divulgativos están en sus Obras Completas, poco han sido estudiados. “[4]
Es
decir, Bello hizo un esfuerzo por hacer llegar a públicos generales
trabajos científicos de muy distinta índole.
Freites en un exhaustivo trabajo de revisión de la obra de Bello llega a
determinar la existencia de 40 trabajos de divulgación científica, entre 1820 y
1846. La mayor parte de ellos en las Ciencias Físicas y Las Ciencias Naturales.
Y eso ya es importante. Pero hay más…
Cómo parte de sus reflexiones, Andrés
Bello –fundador de la universidad moderna de Chile- entendió que los hispanoamericanos no debíamos
ser
“un instrumento pasivo, destinado exclusivamente a la transmisión de los
conocimientos adquiridos en naciones adelantadas,... ¿Estaremos condenados
todavía a repetir servilmente las lecciones de la ciencia europea, sin
atrevernos a discutirlas, a ilustrarlas con aplicaciones locales, a darles una
estampa de nacionalidad?[5]
Sin embargo, con una comprensión
adelantada a los hombres de Estado de su época, también sabía valorar los resultados que otras naciones estaban haciendo en el campo científico y la
necesidad de aprovecharlas localmente, pero con criterio de universalidad. Y
Freites muestra cuál fue la postura teórica sobre el desarrollo científico en
las nuevas naciones hispanoamericanas, que asumió Bello:
“Y este hincapié en fomentar el conocimiento entre
los americanos, no está exento de realismo, al reconocer que en algunos campos
es preciso atenerse a los resultados de la ciencia europea; pero hay otras
áreas que exigen investigaciones locales, tales como las relativas a la propia
ciencias naturales, historia chilena y la medicina, preguntándose “¿dónde podrá
escribirse mejor que en Chile?... ¿Buscaremos la higiene y la patología del
hombre chileno en los libros europeos?”.[6]
Concluye Freites indicando:
“La contribución de Bello como divulgador
científico muestra la riqueza del movimiento independentista latinoamericano,
que no solo abarcó el ideario político, la gesta heroica militar, sino la
construcción intelectual y científica.“[7]
Finalmente, invito a los interesados a ir
directamente al trabajo de Freites (la autora me asegura que le enviará el trabajo "in extenso" a quien le escriba a su "email": yfreites@gmail.com). De nuestra parte, reitero que en los
actuales circunstancias que vivimos los venezolanos, es importante mirar con
detenimiento personajes como Andrés Bello, para destacar el valor del trabajo
intelectual, universitario y civil de éste venezolano universal.
Notas
(*) La foto es la única que se conoce de Andrés Bello, aparece en Wikipedia. Indicamos el respectivo origen:
[1] La diferencia ente difusión
científica y divulgación científica reside en que “la difusión implica
un receptor preparado, mientras que la divulgación implica la figura de
un público en general”. Ver en: http://www.divulgacion.ccg.unam.mx/panel/8/divulgación-cient%C3%ADfica
[2] La información que he recogido
sobre el libro de Rafael Caldera indica un resultado impresionante en la
cantidad de ediciones y de su traducción
a otros idiomas. Así se indica, sobre la
misma: "Andrés Bello": (Síntesis de su Vida, su obra y
su pensamiento), Primera edición, 1935; Segunda edición, 1946; Tercera edición,
1950; Cuarta edición, 1965; Quinta edición, 1972; Sexta edición, 1978; Séptima
edición, 1982; Octava edición, Círculo de Lectores, 1982; Edición de Monteavila
Editores, 1994. Traducción francesa, 1971; Traducción italiana, 1972;
Traducción portuguesa, 1973; Traducción parcial al ruso, 1972; Traducción al
inglés, Primera edición, George Allen & Unwin LTD, 1977; Segunda edición,
La Casa de Bello, 1994.” No sabemos si está completa, pero para muestra es suficiente.
(Consultado el 13.08.2016).
[3] Las negrillas y cursivas son
nuestras (HRC).
[4] Freites, p. 236.
[5] Cita Freites a Bello así: Andrés
Bello, “Memoria sobre el estado de la instrucción pública correspondiente al
quinquenio 1844-1848, en Obras Completas, Fundación La Casa de Bello,
Caracas, 1982, Tomo 21, (Temas educacionales I), p. 50.
[6] Freites, p. 258.
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