Durante nuestros estudios de Doctorado, en el Centro de Estudios del
Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela (UCV), logré que el
IVIC me aceptara como colaborador visitante, en mi condición de profesor de la
Universidad de los Andes (ULA) (Venezuela).
Pasé algo más de año y medio allí, en el Centro de Estudios de la Ciencia, dirigido por su fundador Marcel Roche.
Para mi, fue un tiempo de gran actividad
intelectual y de utilización de sus muchas facilidades, que en ese tiempo ofrecían allí. Adelanté el trabajo de
campo, en la investigación doctoral sobre los programas de becarios venezolanos
en el exterior del siglo XIX y XX. Fue, sin duda alguna, una época
de productividad académica. Cuando mostré resultados parciales de la
investigación, el Dr. Roche me dijo: "es decir que los becarios
venezolanos en el exterior son una larga historia". El trabajo se
publicó en Interciencia.
Una vez le pregunté por su experiencia en Interciencia y
su éxito y me explicó varias conductas que deben guiar a quienes nos
embarcamos en la tarea de editar revistas científicas, independientemente del
área o la disciplina. 1. Publicar resultados originales de un campo científico
determinado, no propiciar supermercados académicos. 2. Salir en la fecha
prevista, sin falta. 3. Tener un editor o un consejo de editores con
suficiente criterio para saber qué se puede publicar o qué no y responder
rápidamente a quienes envían sus artículos. 4. contar con una red de
colaboradores para el arbitraje, quienes dan la última y definitiva palabra
para la publicación, cuidando que sean de distintas instituciones para impedir
la endogamia académica. Y, por ultimo, pero de la mayor importancia, tener
un administrador que no le de trabajo a los editores en la rutina necesaria
para que la revista salga en la fecha y mantener la comunicación con
todos de manera expedita y eficiente. Para ello hay que pagarle muy bien,
sentenció el Dr. Roche. Por supuesto, él hablaba de su experiencia con
una revista en formato en papel y con financiamiento no solo local sino
latinoamericano. Actualmente, las cosas son muy diferentes en especial
para quienes incursionamos en los formatos digitales. Pero ninguna de
estas sugerencias deben olvidarse o minimizarse.
Como parte de nuestro trabajo de investigación en las tareas docentes del postgrado
en el CENDES, publiqué un artículo sobre los modelos de institucionalización de
la actividad científica del IVNIC y del IVIC, en una obra colectiva[1]. Allí
sostenía que el modelo de la ciencia
auspiciado entre una y otra institución, IVNIC e IVIC, tenían un fondo común y
también diferencias. A raíz de la publicación de este trabajo tuve información
por una investigadora que entrevistó a Humberto Fernández Morán que él había
leído el trabajo y estaba en desacuerdo
con los criterios sostenidos por nosotros allí.
Por su parte, Marcel Roche me pidió hablar sobre el trabajo publicado y me
expresó: ”No me gusta lo que Ud. sostiene en el artículo”. No me expresó de forma
precisa qué era lo que le disgustaba.
Nosotros tampoco se lo preguntamos. Fue un rato de tensión que afortunadamente desapareció cuando le dije
que la opinión de Fernández Morán era similar a la suya. “Fíjese que al Dr.
Fernández Morán, tampoco le gustó”, le expresé. Me miró fijamente y con gran
alivio para mi, dijo: “entonces quien debe tener razón es Ud.” Dio por
terminada la conversación y no volvió a hacer referencia al tema.
Tengo
otras anécdotas de ese tiempo feliz, que espero sean para mis memorias. Todos
estos recuerdos han aflorado en mi memoria al reflexionar sobre el intento de
destrucción del IVIC, con la aprobación, por parte de la Asamblea Nacional (AN)
en noviembre de este año, de la Ley que modifica su nombre y elimina su
naturaleza institucional. Esperamos que la sindéresis social entre el gobierno
y los investigadores del instituto lleve a entender que el IVIC es una de las
muchas cosas buenas de la segunda mitad del siglo XX venezolano. Que el modelo
propuesto en la ley aprobada en primera discusión no tiene ningún referente
histórico exitoso. Que la propuesta es un error incluso para el actual gobierno
y mucho más si tomamos un ámbito mayor,
la sociedad venezolana, que seguirá existiendo después de que éste o cualquier
gobierno cambie.
1. Ruiz, H. (1987): "Cambio y
permanencia en los modelos de institucionalización de la ciencia en Venezuela:
el caso de la física y la energía
nuclear en el IVNIC y el IVIC". En: Vessuri, H. (editora): las Instituciones Científicas en la
Historia de la Ciencia en Venezuela, Caracas, Fondo Editorial Acta
Científica Venezolana, pp. 249-272.
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