Hace
pocos días leí, consternado, un artículo que publicó un amigo sobre Miguel
Rodríguez Villenave: el rector amigo.
Y así lo tituló. Hablaba allí de sus muchas cualidades como universitario y como
persona. También indicaba que estaba delicado de salud.
Hoy
viernes 22 de diciembre de 2017 sus restos están llegando a Mérida donde será
enterrado y se le rendirán los honores correspondientes como rector de la Universidad de Los Andes que fue (1992-1996). Como el
rector amigo.
Escribir
en este trance no es sencillo. Pero tendremos que acostumbrarnos, pues cada vez,
más de nuestros conocidos dejarán el mundo de los vivos, antes de hacerlo nosotros
también.
Con
Michel, como todo el mundo le conocía, nos hicimos entrañables, cuando él ya no
era rector. Aunque esa es una condición que no se pierde, aun cuando ya no se
ejerza.
Siempre fue nuestro confidente en asuntos de la academia. Cuando nadie
apostaba por el Programa Institucional Cooperativo (PIC) y se hablaba de eliminarlo,
nos tocó, desde la Coordinación del CDCHT, mantenerlo e impulsarlo. Como parte de las acciones logré que el
rector de ese momento, nombrara a Michel Rodríguez, su representante ante la
comisión PIC y por años, fue un baluarte allí. Fue una labor callada pero
trascendente. Ojala que cuando el bolívar
y el presupuesto de la institución valgan para algo, esa idea de los PIC siga,
se fortalezca y perdure en el tiempo.
Fue
un defensor de los becarios académicos de postgrado, aunque no los implantó
durante su rectorado. Siempre nos expresó que un programa como ese ya tiene
mucha experiencia en otras universidades
del mundo y aquí no debería ser menos.
Siempre insistió que se les pagara a los Becarios Académicos de Posgrado, con el nivel salarial de los profesores
instructores y se le pagara a los postgrados la matrícula de esos estudiantes
profesores. De lo contrario, nadie iba a querer concursar y los posgrados no
iban a querer que a sus mejores alumnos se les exonerara la matrícula.
Dio
clases hasta hace relativamente poco tiempo en su asignatura de introducción a
la economía del primer semestre de la Escuela de Economía. Era fanático de sus
clases e iba de flux y corbata. Allí asumía la seriedad y responsabilidad de un
maestro universitario, que muchos van
perdiendo con el tiempo. Él la mantuvo hasta el último día.
Muchas
veces nos visitaba en casa al final de la tarde. Se tomaba una y hasta dos
tazas grandes de café y nos aceptaba una cena frugal. En esas oportunidades hablábamos
de lo humano y de lo divino. Pasábamos unas horas ciertamente agradables. Siempre
tenía un ejemplo a mano para explicar sus argumentos y justificar sus
pareceres. Y recordaba el criterio de su hija que, el problema del país no son
los gobiernos de turno sino los venezolanos. Pero, no por ello dejaba de ser
critico del gobierno actual y apostaba y luchaba por una Venezuela de progreso.
Michel,
el amigo que fue rector. Espero recordarte con la sonrisa que tenías en la foto
que acompaña este escrito, que fue de uno de los mejores momento de tu existencia.
Gracias, por tu amistad.
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