Antigua Casa de los Gobernadores, Sede AM (Foto HRC) |
Nuestra relación con la Academia de Mérida, es tan antigua que fue anterior a la existencia de la institución.
Cuando el CONICIT inició los estudios para establecer los Fundacite en el país, al final de los años 80 del siglo XX, trabajamos en las investigaciones iniciales para justificar estas dependencias del Estado venezolano.
Al regresar a Mérida, luego de terminada la escolaridad del PhD. que realicé en el CENDES de la UCV, se me llamó para trabajar en el Primer Plan Estadal de C&T de Mérida (1990).
Como parte de las propuesta se indicó allí, en el Plan de C&T, que era conveniente fundar en Mérida una académica de ciencias, dado que, luego de Caracas, era la ciudad con mayor cantidad de científicos y tecnólogos de Venezuela. Al inicio no compartí la idea que fuera una academia interdisciplinaria, pero luego entendí y compartí la propuesta de Eldrys Rodulfo de Gil, presidenta de Fundacite para la época, e impulsora de todas estas ideas.
La Academia de Mérida se estableció en 1992 en coordinación entre la Gobernación del Estado y la Universidad de Los Andes. Los sillones iniciales, diez y seis (16), fueron propuestos de forma paritaria (ocho y ocho) entre las dos instituciones y ocho más escogidos de común acuerdo por los diez y seis miembros iniciales. De tal forma que, los sillones de los Individuos de Número son veinticuatro.
Unos cuantos años después, el Presidente de la Academia de Mérida William Lobo Quintero, a través de Nancy Freites de Sardi, indagó sobre nuestra disposición para pertenecer a la Academia de Mérida. La respuesta fue positiva y la invitación para incorporarnos como Miembro Correspondiente Estadal se nos cursó, en el 2011. Decidí escoger un tema para el trabajo, que no había estudiado con la profundidad requerida: la historia de los libros en Mérida. No obstante que, ya había dado algunas charlas al respecto. Fue sólo en septiembre de 2013 que se produjo el acto de incorporación como Miembro Correspondiente Estadal. El libro de la investigación realizada se publicó poco después (2015) por iniciativa de Alexander Bustamante de la APULA.
Han pasado más de cuatro años y medio, de la afiliación inicial a la Academia de Mérida, y el pasado 25 de abril de 2018 se produjo el acto de incorporación, como Individuo de Número, en el sillón 10, que ocupó desde la fundación de la institución, Antonio Luis Cárdenas Colménter. Se encargó de dar el discurso de bienvenida Rafael Solorzano. En esta oportunidad decidí que el tema de nuestro discurso fuera: Becarios Venezolanos en el Exterior, casi dos siglos de una experiencia social (1825-2018). Ciertamente, desde el ingreso a la Universidad de Los Andes en 1974, ésta ha sido una de las líneas de investigación que he tenido en la labor académica. Hice en el discurso una serie de consideraciones inéditas y revisé muchos de los datos recabados y publicados a lo largo de 44 años de actividad de investigación.
Para quienes deseen leer o escuchar el discurso pueden ir al blog de la Academia de Mérida. Muchas gracias por su presencia en el acto de la institución y en las redes sociales, así como por las reflexiones, sobre el tema de los becarios venezolanos en el exterior, que nos han hecho llegar muchos de los amigos. Sigo pensando que es un tema que se debe vincular con el de la institucionalidad de la sociedad venezolana y que ha sido poco explorado. Veremos en el futuro qué rumbos toman estas reflexiones y estas prácticas sociales para hacer del país una mejor sociedad. ¿Qué piensan los lectores de esto último?. Nos encantará escucharles o leerles.
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