miércoles, 15 de agosto de 2018

La Responsabilidad Social en Medicina

Por: Roberto Rondón Morales
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PREAMBULO 

Desde hace tiempo,  a la medicina se le ha exigido una responsabilidad social, que no ha sido claramente identificada porque la misma no es igual para poblaciones que disponen de suficientes y oportunos servicios de salud   o para quienes no los disponen o son precarios. 

Es un dilema a pesar de que en salud se  predica  una igualdad y una equidad que no son reales.


UNA VISION DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
 I.- En el siglo XX, llegaron a América Latina, dos modelos  de  servicios de atención a la salud  pública, inspirados en el Estado de Bienestar europeo. La Asistencia Social,bajo responsabilidad gubernamental y fiscal, por Ministerios de Salud, abierta a toda la población para una atención integral  mediante promoción de la salud, prevención, curación y rehabilitación de enfermedades en hospitales de ciudades principalmente  y en ambulatorios rurales. La Seguridad Social,regulada legalmente, de financiamiento contributivo de empleadores y trabajadores, abierta sólo para los contribuyentes,  bajo responsabilidad de Institutos de Seguridad Social, para ofrecer en ciudades a trabajadores y sus parientes, atención principalmente curativa y rehabilitadora en hospitales y secundariamente en ambulatorios,  propios o mediante pago de servicios a privados.  Estos dos modelos se concibieron fundamentalmente para servicios, aun cuando necesariamente fueron incorporados a la docencia, y luego a la investigación por su amplia cobertura nacional.
II.- Desde Estados Unidos de América llegó en esa misma época,  el modelo flexneriano de educación médica basado en una  formación  ligada a la investigación científica y tecnológica, en laboratorios de ciencias básicas y centros hospitalarios especializados,  con un entrenamiento especializado  hasta un 90%. El acoplamiento entre este modelo académico en Universidades  y los de servicios en Ministerios de Salud y Seguros Sociales no se  ha logrado, a pesar de las declaraciones, por razones legales, técnicas, administrativas y financieras pues dependen de entes públicos diferentes.   
Este modelo flexneriano, sin compromisos sociales evidentes,  planteó que su influencia favorable en los servicios de salud se basaría en la docencia científica y técnica que impactaría la  prestación de servicios, lo que no fue una realidad tangible  porque los médicos al final trabajan sobre la base de fines,  normas y procedimientos de los servicios, públicos o privados que son los que predominan.
 III.- A partir de 1960, hubo una crisis económica en los países,  que los obligó a favorecer la intervención privada en la prestación de los servicios de salud y de educación. De otro lado, ocurrió un gran desplazamiento de la población rural hacia  zonas suburbanas que conllevaba problemas de salud determinados principalmente por causaseconómicas, sociales y ambientales, y no biológicas,  para cuya solución se requería una formación médica integral, general y familiar  hasta en un 90%, en ambulatorios y comunidades. Se solicitó a las Universidades y  Facultades de Medicina una alianza con este tipo de  servicios de salud, es decir, un modelo académico distinto al flexneriano.
A su vez, apareció  el fenómeno de la masificación estudiantil y en consecuencia, el aumento exagerado del número de escuelas médicas, la mayoría privadas y  sin recursos idóneos, situación  que se acompañó de una gran concentración de médicos en las ciudades, dejando desprotegidas zonas suburbanas y rurales y minorías,  una alta tendencia a la formación uni profesional y postgraduada especializada, dirigida preferentemente a un ejercicio profesional liberal.
El aumento del   sector privado en la formación médica y en la prestación de servicios fue rápido, organizado bajo la forma de empresas, fundaciones, obras sociales y otras, fundamentalmente en centros médicos. Apareció la externalización y la tercerización de los servicios y distintas formas de pago diferentes a los salarios, cobros directos a los pacientes como honorarios, capitación y por criterios de productividad.  La aparición de una inmensa institucionalización financiera entre el médico y el paciente provocó una pérdida de la autonomía de ambos, con la tendencia a tener una “relación contractual, legalista y económica”, con costos crecientes que se han tratado de manejar, sin éxito, con protocolos y guías de diagnóstico y tratamiento, todo un complejo de situaciones que ha impactado el compromiso ético y social de la profesión, en algunos casos por omisión como la falta de una adecuada relación y comunicación del médico con el paciente, el desconocimiento de los sistemas de salud y la gerencia de los servicios en los que actúan los médicos, y por acción tal como los distintos procedimientos fraudulentos contrarios a la ética, lo que ha conducido  a la exigencia de una responsabilidad social y éticaen la formación y el ejercicio profesional médico.

 OTRA VISION DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
El  compromiso social de las  Facultades de Medicina con los servicios de salud formulado a partir de 1960 no fue exitoso, a pesar de que se replanteó en 1978  con  la “Declaración de Salud para Todos en el Año 2000”,  suscrita  por todos los gobiernos del mundo. Por ello, la Organización Mundial de la Salud en 1995, formuló la obligación de las Escuelas de Medicina para orientar la educación, la investigación y los servicios dando prioridad a los requerimientos de la comunidad, la región y la nación, como un  mandato a cumplir.
Este compromiso se orientaría con valores de relevancia,  calidad,  costo efectividad y  equidad, tanto en la planificación, como ejecución y evaluación de la docencia, la investigación y los servicios, y  demostrar el impacto sobre la salud de la población.
Este modelo de responsabilidad social debe responder a unos criterios básicos: 1.- Anticipar las necesidades de salud de la población. 2.- Aliar la educación médica con los servicios de salud y otros intervinientes. 3.- Adaptar los roles de los médicos y otros profesionales a los servicios de salud. 4.- Reforzar la educación basada en competencias.  5.- Crear un gobierno responsable y respondiente en las Escuelas de Medicina. 6.- Garantizar un mejoramiento continuo de la educación, la investigación y los servicios. 7.-  Establecer mecanismos obligatorios de acreditación. 8.- Balancear los principios globales con los contextos específicos 9.- Definir el perfil de la sociedad a servir.
Los escenarios de aprendizaje serán reales y enfocados hacia la Atención Primaria de la Salud, no al hospital,  y desde el principio de la carrera  en centros de salud, escuelas, comunidades, centros deportivos, llegando incluso al nivel cero, es decir,  donde la gente vive, trabaja, estudia y se recrea. Particular importancia toman dos aspectos: La garantía de la atención a las minorías desprotegidas y de cupos para candidatos a estudiar medicina provenientes de esas minorías. 
Hay varias escuelas de medicina de EUA y Canadá incorporadas en esta propuesta como Morehouse College, Meharry Medical School, Howard University, University of Kansas, Michigan State, East Carolina, South Alabama, East Tennesy, Missisipi, Kentucky, Marshall, Mac Master. 
 Los dos enfoques de la Responsabilidad o Compromiso Social tienen un reto en la educación médica de todo el continente,  también del mundo, en una u otra visión e interpretación, aun no respondido.

Agosto de 2018

Nota del Editor:
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(*) Fotografía del Instituto Autónomo Hospital Universitario de los Andes de Prensa ULA. Tomado de: http://prensa.ula.ve/etiquetas/instituto-autónomo-hospital-universitario-de-los-andes
  

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