Asfaltado de las entradas a Mérida

Por: Gonzalo Febres Fajardo

Foto (*)

(…) A raíz del pacto de Punto Fijo, el primer gobierno de la naciente democracia (venezolana, HRC) era algo compartido.  En los estado donde ganaba las elecciones un dado partido, el gobernador era de ese partido, así en Mérida, Táchira y Trujillo  estados en los que ganó Copei (Partido Social Cristiano, HRC), los gobernadores eran copeyanos. 

Por cierto, en Nueva Esparta y Sucre, donde ganó URD (Unión Republicana Democrática HRC), los gobernadores originalmente eran de ese partido. Al salir URD de esa triple alianza (política, HRC), el gobierno se llamó la guanábana por lo blanco y lo verde (de los colores que identificaban a dichos partidos políticos, HRC).

En Mérida el Gobernador fue mi padre (Carlos Febres Pobeda, HRC), desde febrero o marzo de 1959 hasta julio o agosto de 1960. Los accesos a Mérida, bien por el páramo como por el sur eran de tierra y además muy estrechos y en invierno siempre se interrumpían por derrumbes. El asfalto llegaba hasta Barinas y hasta Valera, desde esos puntos salían carreteras hacia el páramo merideño para confluir en Apartaderos y de ahí descender a Mérida. Por el sur, el asfalto llegaba hasta El Vigía, emergente villa merideña en el sur del Lago de Maracaibo, hito importante de la nueva y asfaltada carretera Panamericana, versión moderna de la carretera trasandina.  Desde El Vigía salía una estrecha carretera de tierra  que se reunía en Puente Victoria (sobre el río Mocotíes) con la propia y antigua Trasandina, que arrancando de San Cristóbal ascendía buscando el Páramo de la Negra pasando por los pueblos tachirenses de Cordero, El Cobre, Seboruco y La Grita, hasta llegar a lo alto del páramo y descender recorriendo los pueblos merideños de Bailadores, Tovar y Santa Cruz de Mora hasta llegar al citado puente La Victoria, esta sinuosa y larga vía también era de tierra. De acá seguía la trasandina hasta Mérida pasando por Estanques, Lagunillas, San Juan, Ejido y para encontrarse con asfalto en la Parroquia a pocos kilómetros al sur de Mérida.

 

Era un viejo clamor de los merideños el asfaltado de las vías de acceso, cosa que no se hizo cuando Pérez Jiménez, que si encementó todas la calles del centro de Mérida, asegurando antes una excelente red de cloacas y la del acueducto. 

 

Aprovechando que Betancourt iba a El Vigía a inaugurar la pista de aterrizaje y otras obras menores, para continuar luego a Mérida por tierra. A mi padre se le ocurrió una estratagema, para presionar por la vía de hechos a Betancourt sobre la necesidad de pavimentar los accesos a Mérida. En ese orden de ideas, colocaron a unos 500Mts. delante de la caravana presidencial unos vehículos que arrastraban mediante cuerdas un atado de ramas que generaban enorme polvareda. Al iniciar el trayecto la caravana, por los viejos radios de la época, se avisó a los vehículos con las ramas que arrancaran ellos también, lo que generó unas inmensas nubes de polvo mucho mayores que las debidas a la circulación normal de vehículos normales. Contaba mi padre que a los pocos minutos, Betancourt ordenó al chofer que parara la marcha y de muy buen humor le dijo a papá "me comprometo con usted que antes de 3 meses se iniciará la pavimentación de los accesos a Mérida, pero por favor de usted la orden que no echen más polvo los que usted mandó".  Y se debe reconocer que en ese mismo año, 1960,  se inició la pavimentación de los accesos a Mérida.

 

(…)  Me pareció válido contar esta anécdota, ya que nos sirve para diferenciar a buena parte de los políticos de aquellos años, con su carga de errores y, a veces, de horrores, de la caterva que "gobierna" a Venezuela en estos tristes años. 

Nota

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(*) Foto: Aparecen gobernadores de esa época, de derecha a izquierda. 1- Duque Sánchez---nombrado por la Junta de Gobierno. 2- Febres Pobeda ---1959-1960. 3- Viloria Díaz----1960-1962. 4- Noguera Mora (Chano)---1962-¿?. Foto facilitadas por Gonzalo Febres Fajardo.