Conocí a Ramón Omar Calderón (ROC) cuando él era un
joven empresario treintañero de las artes gráficas y yo un adolescente que estudiaba
en el Liceo “Libertador” de Mérida.
La vida política liceísta era intensa y la lucha
por el control de los órganos de dirección estudiantil pasaba, cada año, por la
elección de los delegados de curso y del centro de estudiantes.
Para realizar la labor proselitista era necesaria
la producción de afiches, volantes y trípticos, muchos de los cuales eran
impresos en RAOCA, la empresa del Sr. Calderón. De allí vienen nuestra
relación.
Han pasado los años. Ya él no tiene la imprenta y
yo dejé mi vida estudiantil y luego la universitaria activa hace ya algún tiempo. Aún compartimos el gusto por la escritura,
los libros, la historia de las artes gráficas y los viajes.
En la XVII Feria Internacional del Libro
Universitario (FILU), recién concluida,
presentó de su autoría, Ramón Omar Calderón, una hermosa obra, RECORDANDO EL AYER: Circunstancias y anécdotas
de un trabajador de las artes gráficas (Mérida, Vicerrectorado
Administrativo de la ULA, Talleres Gráficos Universitarios, 204 pp.). Leí el
manuscrito pues me pidió que le hiciera la presentación del libro. Ahora le
agregó una serie de fotografías que enriquecen el texto, ya de por si
interesante.
El libro es un aporte fundamental para la historia de las artes gráficas en Mérida. Pero además, dibuja al hombre inteligente, bondadoso y familiar que es: Ramón Omar Calderón. Pese a que sólo estudió hasta segundo grado de primaria es un hombre culto y cultivado. Alguno de sus correctores insistía, con el libro, en cambiarle una palabra que parecían no conocer: Areópago. Tuvo que convencerlos que el término designa al alto tribunal de la antigua Atenas y también una colina en esa ciudad. Además, escribe con elegancia y sus escritos mantienen la frescura y el interés, pese al paso del tiempo.
Con motivo de nuestra investigación sobre los libros en Mérida le hice varias entrevistas y admiro su memoria sobre el tema de las artes gráficas en la ciudad y muchos otros más. De hecho, ha sido uno de los actores fundamentales en este campo profesional. Ha sido trabajador, gremialista y empresario. Conoce a cada quien en el ramo y los cambios técnicos así como los avances tecnológicos ocurridos en buena parte de la existencia de los Talleres Gráficos Universitarios de la ULA. Y, por supuesto, muchas anécdotas sobre los libros publicados allí. De hecho ha estado allí desde su fundación.
Siempre digo que el peor desprecio que se le puede hacer a un libro, y a su autor, es no leerlo. Con éste que les reseño es imposible. Pero, si en algo puedo incidir para estimular a leer, RECORDANDO EL AYER: CIRCUNSTANCIAS Y ANÉCDOTAS DE UN TRABAJADOR DE LAS ARTES GRÁFICAS, estaré feliz. Búsquenlo y léanlo, la van a pasar muy bien.
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