Humberto Ruiz
Durante treinta y un días nos mantuvimos en ascuas y esperanzados por un acuerdo entre los huelguistas del PNUD y el gobierno de Venezuela. El único acuerdo posible, dada la determinación de los estudiantes y de quienes los acompañaron, era aceptar las justísimas demandas formuladas desde el inicio: aumento de las becas, tanto como las que se otorgan a los estudiantes de la UBV y UNEFA, aumento de las unidades de transporte estudiantil y mejoramiento del parque existente, presupuesto para los comedores estudiantiles, aumento de los sueldos y salarios de profesores, empleados y obreros universitarios y reconocimiento de las deudas laborales existentes.
La última semana de la huelga de hambre se radicalizó el conflicto por la absurda acción del gobierno de querer desacreditar a los huelguistas, al acusarlos de comer a escondidas. Y con ello se inició la última fase: coserse los labios.