Hace días me encontré al amigo de la "felicidad" y estaba gozozamente parlanchín. Me contó a mi, y a otros conocidos que estaban con él, que hace días estando en Mallorca (España) le habían pasado una serie de hechos que pocas veces ocurren y casi nunca se producen en un solo día. El lo llamó el “efecto alioli”.
El cuento es así: