Humberto Ruiz
La vida cultural colombiana nos interesa cada vez más, ahora que, paradójicamente, estamos tan lejos y a la vez tan estrechamente cercanos con la “hermana república.” Más que por un interés cultural –que lo es- por la conexión que nos viene de los amigos y familiares quienes, junto con otros miles de venezolanos, han tenido que cruzar la frontera para hacer allá una vida mejor, que les es esquiva en nuestra país. Y ese interés, nos pone en evidencia lo parecidos que somos como pueblos.
Alberto Salcedo Ramos, periodista colombiano, no escribe nunca “empantuflado”: le parece una falta de respeto con el trabajo. Seguro que enfundó sus pies en sus viejos "tenis", para escribir los trabajos que son recogidos bajo el título de: La eterna parranda. Crónicas 1997-2011 (Aguilar, Colombia, pp. 421).[1] En el libro se recogen 27 trabajos periodísticos que muestran una variada realidad cultural y social de Colombia que, dan una imagen nítida de ese país, con sus claros y oscuros así como con sus héroes y villanos. A Salcedo Ramos se le considera un maestro en América Latina, en aquello de contar historias. Eso queda exquisitamente evidente en sus crónicas. Son más de tres décadas de ejercicio periodístico.