martes, 25 de agosto de 2015

Cold Point, con sabor a colita



Cuando se buscan en internet las palabras "Cold Point", aparecen una infinidad de establecimientos  comerciales dedicados a servicios de los aires acondicionados, regados por la amplia geografía  del mundo. 

Quienes vivimos en ésta ciudad de Mérida -que ya no es de las nieves eternas- pero que sigue teniendo muchos encantos, recordamos una bebida gaseosa, como se le llamaba en ese entonces, y que hoy mostramos en la ilustración, que acompaña al texto.  Recuerdo que había Cold Point con sabor a colita, a naranja, también a uva (ver el comentario de Juan Maggiolo). Debo indicar que nunca he logrado volver a tomar otra bebida  con ese sabor característico. Así como nunca he vuelto a oler el aroma que tenía el viejo mercado principal de Mérida.  Dicen que los olores  y sabores son los recuerdos más ancestrales de las personas.    

domingo, 9 de agosto de 2015

Una tesis doctoral


Hace casi dos décadas terminé el doctorado en Estudios del Desarrollo, en el CENDES de la Universidad Central de Venezuela.

Pasé en esa institución varios años pues primeramente  realicé la maestría y luego el doctorado, gracias -en ese momento- a una generosa becas de la Universidad de Los Andes. Emolumentos que eran nuestro sueldo y que alcanzaban para vivir dignamente.

Fuimos de los profesores  que luego del llamado jueves negro nuestras aspiraciones de estudiar  postgrado en el exterior se diluyeron. Pero, nuestra tesis fue  sobre -justamente- los venezolanos  que estudiaron en el exterior  durante  el siglo XX y la modernización del país.

Hoy viene a cuento todo este pasado, ya no tan reciente, de nuestra vida profesional, pues quien fue nuestro tutor, Heinz R. Sonntag, acaba de morir y los recuerdos no dejan de fluir en nuestra mente. 

sábado, 1 de agosto de 2015

Puntos de vista y punto de ver

Hace algunos meses recibimos la invitación de un conjunto de profesores, la mayoría de la ULA y uno de la UCV, para integrarnos en un grupo  para analizar y debatir sobre temas académicos.  Lo que se busca es posibilitar el intercambio entre personas que tienen visiones distintas y hasta opuestas, no sólo de las ciencias sociales, de la que son especialistas cada uno de ellos –y ahora diremos somos -, sino del acontecer nacional. ¿Es posible sobreponerse a las diferencias intelectuales  entre especialistas sociales? Y más allá de eso: ¿la actividad que se realice puede servir para mostrar la utilidad de la producción científica y su aplicabilidad en políticas públicas? Pero todavía, más allá: ¿es posible superar la polarización política venezolana para emprender tareas conjuntas?  Bueno, en eso hemos estado.