Imagen (**) |
Por: José Mendoza Angulo.
1.- Para que sepamos de lo que estamos hablando.
La antipolítica no es una manera o forma de hacer política, es pura y simplemente la negación de la política. Ahora, aún en los momentos de hegemonía de la antipolítica la política no desaparece, tan solo se reduce a su mínima y menos significativa expresión.
Si entendemos por política el nivel superior del proceso histórico de domesticación del ejercicio del poder, la antipolítica es, en contrapartida y en la práctica, así sea durante períodos relativamente breves, la liquidación de las formas y procedimientos establecidos por la evolución social para que el ejercicio del poder deje de ser la consagración de un acto de fuerza o la unción religiosa de una jerarquía.