Humberto Ruiz
Constantino Valeri |
Luigi Bosetti |
Hablando con el autor del discurso, al concluir el acto, indagué sobre los más importantes personajes a quienes se había referido. Al respecto los sintetizó en quienes podrían permitirnos ordenar la presencia de los italianos en Mérida cuatro grupos: quienes llegaron en la segunda mitad del siglo XIX como Constantino Valeri; quienes lo hicieron a inicios del siglo XX como Luigi Bosetti; quienes se establecieron un poco más tarde como Mario Spinetti y finalmente aquellos otros que tocaron tierras andinas luego de concluida la Segunda Guerra Mundial como Pedro Gréspan y sus hermanos. Debo manifestar que también se refirió a grupos más recientes que mi memoria no fijó.
Entre los primeros italianos que se establecieron en la geografía merideña se reconoce a familias que vinieron de la Isla de Elba, entre quienes estuvieron Constantino Valeri y su hermano mayor, José “Pepe” que ya en 1860 tenía una empresa de barcos de vela que hacía el transito entre Génova y Maracaibo.[2] Una vez instalado en Mérida, Constantino Valeri, además de comerciante ejerció el oficio de agrimensor y a él se debe el trazado de la avenida Bolívar de Mérida, desde la Plaza de Milla hasta Glorias Patrias.[3]
Hoy son muchos son los apellidos que asumidos como merideños, se deben a las diversas oleadas que personificaron los cuatro personajes antes señalados. Pero, por supuesto, hay muchos más apellidos de origen italiano: Adriani, Dezeo, Dini, Dizio, Grisolía, Masini, Murzi, Paparoni, Pardi, Pisani, Sardi, Síboli, Spinetti, y un largo etcétera. Todos ellos dieron a Mérida y sus poblaciones interioranas lo mejor de su esfuerzo, de su capacidad productiva e intelectual. En términos generales los italianos que se establecieron en Mérida desde el siglo XIX hasta muy entrado el siglo XX , hicieron de Mérida un lugar mejor para vivir, produjeron riqueza y la hicieron más cosmopolita. Las fotos que acompañan este escrito se deben a la generosidad de César Augusto Valeri y de Belkis Bosetti, a quienes agradezco.
Estos son recuerdos de Alvaro Sandia Briceño, quien me los envió (30.06 y 01.07 de 2018) de su abuelo italiano:
“Leí tu artículo sobre los italianos en Mérida. Mi bisabuelo Pascual Ferrigni llegó en las últimas decenas del siglo XIX a Chiguará. De Italia a un pueblo escondido de la topografía merideña. Se casó con Lucinda Varela y tuvo tres hijos. Mi tío abuelo Amadeo Ferrigni Varela fue compañero de Isaias Medina Angarita en la Escuela Militar.”
“Cuando vivía mi bisabuelo Pascual, a Chiguará llegaban procedentes de Italia barriles con aceitunas en salmuera y barricas de vino y de aceite de oliva. Me contaban que la relación entre él y su familia se mantuvo. Murió joven y de los tres hijos se encargó de su cuidado y educación la tía Abigail Varela, a quien yo conocí. Estaba muy anciana y ciega pero cuando me identifiqué con mi nombre y le dije que era hijo de Temila me empezó a echar cuentos que la involucraban. Murió de 102 años con una memoria perfecta. Rezaba los rosarios más largos que recuerde porque casi deletreaba las Ave Marías.” Gracias, amigo.
Ya por 1852 esta residenciado en la ciudad de Mérida el ingeniero civil italiano, natural de Marciana, Marina, Isla de Elba, Giovanni Bono (Juan el Bueno) Mazzei-Braschi Senno (1825-1855). Habia casado en enero de ese año en Maracaibo con su pariente, Carmen Carnevali Sardi (?-1887). Los otros hermanos de él, Cervone Emilio, Luigi Ettore se establecieron en Bocono y Santa Ana de Trujillo en el estado Trujillo. Y Urbano se establecio entre Cucuta y Bucaramanga.
ResponderEliminarTodo esta en www.geni.com.
ResponderEliminarLuigi Ettore Mazzei-Braschi Senno, era mi tatarabuelo.
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