El teatro devela fortalezas y debilidades de nuestra frágil existencia, “la vida es teatro” palabras de quienes intensamente la han vivido; nosotros actores insustituibles en la puesta en escena del drama que vive nuestro país en las dos últimas décadas; iniciemos ensayo sobre nuestro papel en el devenir de próximos días, semanas, meses, con la certeza que no serán años. Optimistas, rostros diáfanos, prolijos atuendos y aunque nuestro papel traiga amargos recuerdos de interminables días, volcarlos al cesto del olvido manteniendo presencia digna sobre las tablas.