A Juancho,
Juan Diego, Santiago y Alejandra.
Unos se
fueron y otros se van.
La perspectiva académica está ausente en este escrito. Son líneas que nos salen del corazón, pero que hay que dejar que se concreten para aliviar nuestra mente.
La emigración nos comenzó a tocar y fuertemente. Ya no como receptores, que
lo fuimos desde la mitad del siglo XX hasta finales de la década de los 70.
Ahora somos expulsores de nuestra gente, en particular de los más jóvenes. Es
otro logro del “Socialismo del Siglo XXI".