El evento, desde su inicio, se realiza en el marco de la Convención Anual
de la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVAC). Este año
2016, con las recientes modificaciones que ha sufrido la Convención de AsoVAC,
la cita fue en la Facultad de Ciencias de la UCV, en la Sala Manuel Bemporad de
la Escuela de Computación, el jueves 24 y el viernes 25 de noviembre.
El simposio
es organizado por Yajaira Freites del IVIC y Humberto Ruiz Calderón de la ULA. Durante
algunos años tratamos de propiciar un tema común pero cada quien anda en lo
suyo y los organizadores decidimos reconocer
que el objetivo fundamental del evento es reunir a quienes desean
hacerlo y trabajan en el campo de los estudios sociales de la ciencia o tocan
temas relacionados. El encuentro busca escucharnos e intercambiar pareceres
para mejorar los productos de la investigación.
En
general el encuentro reúne a veteranos con años de experiencia en el campo,
otros que incursionan desde sus disciplinas
de base y con larga experiencia en investigación, pero desean trabajar los
temas sociales de la ciencia y la tecnología. Así también participan noveles
estudiantes de los postgrados en estudios de la ciencia o incluso estudiantes
de pregrado que han comenzado a interesarse en temas relacionados con
los problemas de la ciencia y la tecnología.
La
mecánica es relativamente sencilla. Escribir un resumen de la investigación que
ha realizado, realiza o espera desarrollar. Lograr que el arbitraje sea positivo
y se acepte el resumen. Luego se le ofrece a los participantes en el
simposio quince minutos para exponer el tema. Esta parte es muy importante para
los que comienzan pues se necesita precisión
en el discurso y destacar lo novedosos del trabajo. Una sugerencia que
siempre hacemos es que no se lean las láminas que se exponen pues por termino
general quienes lo hacen se atropellan en la exposición y quienes escuchan no
saben si leer u oír al expositor. Luego
se abre la discusión reuniendo tres o cuatro
trabajos que tienen cercanía temática. Esto
es quizás lo más productivo pues se hacen sugerencias, se muestran aspectos
valiosos y dignos de profundizar o simplemente se indican observaciones para
mejorar el trabajo. La combinación de
los diversos grupos hace sumamente enriquecedora la reunión.
El
origen profesional de quienes participan es variado. Hay sociólogos, historiadores, geógrafos, profesionales
de las ciencias físico naturales, comunicadores sociales, economistas y
licenciados en educación. Claro, ello
varia en cada ocasión del simposio.
Este
año 2016 logramos recibir y diez y siete ponencias. Los resúmenes fueron
arbitrados y publicados –como cada año se hace- en una pestaña de Bitácora-e, Revista Electrónica
Latinoamericana de Estudios Sociales, Históricos y Culturales de la Ciencia y
la Tecnología, en el portal institucional de la Universidad de Los Andes
(Venezuela). Ver en:
Para
quienes no deseen leer los resúmenes que se pueden ver en el link de arriba les
puedo indicar que hubo en la mañana del
jueves 24 cinco ponencias de carácter
histórico sobre la física, la botánica, la matemática y la ciencia en general durante los siglos
XVIII y XIX y también en relación con la gesta independentista venezolana. En la tarde nos fallaron dos de los ponentes
y entonces escuchamos a dos sociólogos de la Fundación La Salle de San Carlos (Edo. Cojedes ) quienes mostraron
un interesante trabajo de diagnóstico de una zona urbana de esa ciudad de los
llanos. Fue necesario adelantar el trabajo que cerraba el evento sobre la felicidad como tema
académico en ascenso, que es lo que nos interesa personalmente más,
recientemente. Para algunos es sumamente curioso y hasta preocupante el
incremento en el interés académico en el tema de la felicidad.
El
viernes 25 de noviembre, en la mañana, continuamos con el programa esta vez
sobre temas del siglo XX y XXI. Aunque
debimos darle espacio a un colega de la Universidad Simón Bolívar que no pudo
ir el día anterior sobre los vapores de
guerra y la organización del poder naval durante el guzmancismo a finales del
siglo XIX. Ya lo referente a los siglos XX fue: La enseñanza de la
ciencia en la Fundación La Salle y la
AsoVAC; la investigación marina y la convención de derechos del mar; la
investigación en el laboratorio de bajas temperaturas del IVIC; la técnica y la
tecnología en las artes escénicas y el complejo cultural Teresa Carreño de
Caracas; Rómulo Betancourt y el antipositivismo en Venezuela. Lo referente al presente siglo XXI fueron dos
trabajos: uno sobre la revista Aula y
Ambiente del Pedagógico de Caracas y
otro sobre los componentes de ciencia en las páginas web de instituciones de
educación superior del país.
Si
he logrado interesar a alguien con esta síntesis insisto que pueden leer los
resúmenes de las ponencias, en palabras de sus autores y saber quienes son –en tan solo una página de extensión cada uno-
en el link que repito de nuevo:
Una
última reflexión. Hoy hablé con un colega académico quien se quejó -con mucha
razón- que la vida de la investigación está muy disminuida y le entendí hasta
acabada pues de lo único que se interesan los profesores de las universidades venezolanas
es el sueldo, que tampoco alcanza. No hay recursos para investigación y la disminución de los presupuestos universitarios de
funcionamiento como laboratorios y bibliotecas es alarmante. Creo con él que todo ello es cierto. Pero,
debo indicar que hay algunos otros que seguimos en esta suerte de
apostolado en la formación de
investigadores y en la necesaria contrastación de los trabajos que realizamos
con nuestros pares, en un ejercicio que muchas veces no ve la conclusión, ni tampoco reconocimiento social o académico.
Pero, en lo personal he descubierto que me permite sentirme bien. Para algunos
será tan sólo un poco de felicidad…
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