Llegando a la inteligencia artificial (IA)

Foto IA. (1).

Hace unos días le remití un  correo electrónico, a un amigo. La razón del mismo es que me invitaba a participar en una actividad académica (XII Foro Invertido de Interconectados), sobre la necesidad de desarrollar en las universidades venezolanas la investigación social ciudadana.  La invitación para el foro, la había publicado en La Botica,  para ver si alguno de nuestros lectores también se interesaba en participar.

 

Debo confesar que cuando recibí las observaciones, sobre la invitación antes señalada, que nos envió un colega y vecino,  al leerlas, lo único que pensé fue: “este personaje no ha entendido nada”.  Es más, ni pensé en contestarlas.  Traté de comunicarme con el amigo que las había escrito y que además vive cerca, pero me fue imposible. De tal manera que, cuando recibí varias llamadas de la gente de Interconectados para saber si había alguien más, interesado en el foro, terminé enviando las cuatro páginas de las observaciones recibidas. 

 

Al día siguiente me llegó un texto de casi el doble de las observaciones iniciales (la respuesta fue de siete páginas), con la explicación de que era un trabajo producido por Gemini, una aplicación de Inteligencia Artificial (IA). 

 

¡Asombro total con el texto de Gemini¡. Estaba muy bien escrito, se hacía un análisis y una descripción detallada del documento de las observaciones que había recibido y planteaba un conjunto de aspectos a desarrollar.  Pero, lo más interesante: no dejaba un mínimo rastro para desmerecer el trabajo analizado, y por supuesto, superaba mi afirmación, casi que fastidiosa: “este personaje no ha entendido nada”. Mi pregunta fue: ¿Y esto es lo que hace la Inteligencia Artificial?.  El texto producido por Gemini me pareció muy interesante y digno de analizar. Debo confesar que hasta ese momento no me había interesado por el tema de aprender a usar las aplicaciones, que son conocidas actualmente, sobre la IA.  La muestra recibida de Interconectados, me hizo cambiar de opinión. 

 

En consecuencia, luego de pensar un buen rato qué hacer, decidí llamar a un amigo y colega de la Universidad (ULA) y de la Academia de Mérida (AM), a quien le había escuchado varias conferencias sobre la IA.  En concreto le propuse, luego de la explicación anterior, que organizara un taller en la AM para que nos enseñara a utilizar, a los neófitos tecnológicos de la tercera edad, algunas aplicaciones de IA.  Al amigo, quien estaba en ese momento en Francia, le pareció interesante y me dio el link de su canal de Youtube en donde había al menos tres videos sobre el tema.  Por supuesto, invito a visitar estos videos y confieso mi alegría por haberme decidido aprender cómo utilizar la IA para nuestras actividades, bien sean cotidianas, o académicas que sigo realizando a pesar de estar jubilado.  

 

Debo confesar, ya  al final, que una de mis tradiciones es que cada texto que publico  en La Botica, le coloco una imagen, bien sea  de mis muchas fotografías  o busco en internet,  algo que esté acorde con el texto.  Bueno, pues como no tenía nada para acompañar este texto y al buscar me salió un programa  para que una aplicación de IA me produjera la imagen. Pero, allí mi incompetencia digital, no me permitió producirla. Por eso la foto que coloco en el texto es una de mis muchas fotos de flores que nuestros amigos y amigas ya están acostumbrados a ver (esto podrán ver nuestros (as) lectores (as) que no lo realice.  De tal forma que, espero con ansias el curso, taller o cualquier actividad que nos pueda organizar el amigo de la ULA y de la AM para adiestrarnos en el uso de la IA. ¿Qué me dicen nuestros lectores (as)?. 

Nota:

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(1). La imagen, que acompaña el texto, terminó preparándomela nuestro amigo (JMC) de la Universidad (ULA)  y de la Academia (AM) con una aplicación de IA. Espero que en nuestras actividades futuras nos  enseñe a trabajar con esa aplicación. ¿Qué les parece?.