Explicación: hace unos dias al conocer la muerte del Dr. Pausolino Martínez Estevez (PME) y conversando con Roberto Rondon Morales, quien trabajó con él, le pedí que nos escribiera un texto para publicarlo aquí y honrrar su memoria. PME nación en Rubio (Edo. Táchira) el 06 de agosto de 1927 y falleció, en Mérida, el pasado 16 de abril de 2025 (HRC) (1).
Por: Roberto Rondón Morales.
APORTES COMO PROFESOR DE INGENIERIA FORESTAL
Pausolino Martínez Estévez, tachirense de pura cepa, vino a Mérida a estudiar las Ciencias Forestales, carrera aprobada en una reunión de enero de 1948, por el Consejo Nacional de Universidades, presidido en esta ciudad de Mérida, por el Ministro de Educación Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa. El Rector de la ULA en ese tiempo era Edgar Loynaz Páez. La proposición de estos estudios fue del conocido merideño y profesor médico Dr. Antonio José Uzcátegui Burguera, con gran preocupación por la futura desertificación de los Andes a causa de los incendios forestales.
La Escuela de ingeniería Forestal se adscribió a la así llamada Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, hasta mayo de 1952, cuando el Rector Renato Estevan Ríos aprobó su conversión en Facultad.
Su primer decano fue un Ingeniero Agrónomo Alfredo Rivas Larralde hasta el primer Decano egresado Ingeniero Forestal, Rafael Viloria Díaz. Como dato curioso, el Rector Joaquín Mármol Luzardo en 1954, se entendió con profesores y estudiantes de esa Facultad para designar decano al Dr. Antonio José Uzcátegui, profesor de la Facultad de Medicina, pero también promotor de esa facultad.
Se graduó Martínez Estévez en la segunda promoción en 1953 como Ingeniero Forestal. Como profesor universitario en esa área cumplió tareas muy destacadas al principio y final de su ejercicio universitario.
AL principio, auspició y dirigió el Laboratorio Nacional de Productos Forestales creado con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación – FAO- con magníficas instalaciones y maquinarias en Los Chorros de Milla. Se dedicaron allí a investigar aspectos relacionados con la industrialización y tecnologías en general de las maderas, pulpa y papel, con el gran soporte de los bosques merideños y barineses adscritos a la Universidad de Los Andes (ULA). Se planificó en ese laboratorio la construcción de casas de madera.
En 1968, el ingeniero Néstor Altuve González, Director General de Recursos del Ministerio de Agricultura y Cría propuso a la ULA un comodato sobre 7.000 hectáreas en los bosques de Ticoporo, para cuyos arreglos fue designado el Dr. Pausolino Martínez, gestionando con éxito, el comodato que empezó a funcionar en 1970.
Así mismo, Martínez Estévez, propuso el primer Centro de Postgrado en la ULA, con orientación forestal, a cuyo efecto promovió la contratación de profesores en el exterior. Vinieron para ese fin, los profesores Jan Boer Boom y J.P. Schulz, del Servicio Forestal de Surinam y de la Universidad Wageningen de los Países Bajos, respectivamente.
En 1963, la OEA contactó a la Universidad de Utah para reforzar proyectos en la ULA, a cuyo fin, el rector Rincón Gutiérrez, quien fue compadre de Martínez Estévez, viajaron a esta Universidad, donde se reunieron con el decano y profesores con tal compromiso.
Al final, ya jubilado de la Universidad de Los Andes, Martínez Estévez fue contratado por la Universidad Nacional Experimental de Guayana en su sede en Upata, para planificar parte de los estudios de Ingeniería de Productos Forestales. Tarea de trabajo profesional, con la que abrió y cerro su carrera profesional.
TAREA COMPLICADA COMO DIRIGENTE UNIVERSITARIO
Por diversas razones, en 1970 la Universidad de Los Andes analizó y propuso una nueva estructura universitaria, planteándose que el Ciclo Básico sería el punto de partida del pregrado. Para su estudio se designó una Comisión integrada por un profesor de cada Escuela, a principios de 1970, cuyo informe se presentó en mayo de ese mismo año.
Se recomendó en dicho trabajo una fase inicial de estudios de formación integral humanística y científica diferenciada de las futuras fases profesionales por áreas de conocimientos como estaba planificado para todas las carreras de la Universidad. El ciclo introductorio de dos años, estaría bajo responsabilidad de las Facultades tanto de Humanidades y Educación como de Ciencias.
El ciclo básico serviría además, para identificar la aptitud y vocación del estudiante, permitiéndole elaborara su propio plan de estudios, con las asignaturas de su interés y facilitando el cambios entre carreras. Se estableció un sistema de créditos y de periodos académicos de catorce semanas de duración y la actuación de profesores consejeros.
Al final, se crearían los Institutos Centrales de Ciencias Básicas, Biológicas, Ciencias Humanas, Letras, y las Facultades integradas de Tecnología, Ciencias de la Salud, Ciencias Agrarias, Ciencias Jurídicas, Ciencias Administrativas, Ciencias de Música, Arquitectura y Diseño, y de Educación.
La coordinación de este Ciclo Básico le fue asignada al Dr. Pausolino Martínez Estevez, quien hizo gala de su comportamiento universitario, talante tachirense y fortaleza de ánimo pues el Ciclo Básico se inició en 1971 con 2.100 estudiantes, cifra que subió a 4.000 en 1972 y a 5.000 en 1973.
Pese a su crecimiento, el Ciclo Básico fue una gran improvisación. El diseño curricular era sólo un listado de asignaturas humanísticas y científicas, faltaron planificación académica, edificaciones para docencia y bibliotecas, profesores, materiales docentes y un proceso de información y convicción para los estudiantes. Arreciaron las protestas estudiantiles violentas por las razones antes indicadas sobre el Ciclo Básico y por las de la vida de sus estudiantes en la ciudad. Esta situación impactó primero a la Facultad de Medicina, que recibía antes un máximo de 200 estudiantes por año, ahora, luego de iniciar actividades en Ciclo Básico miles. Ello que llevó a la renuncia del Decano, por los reclamos de profesores tradicionales. Se hizo imposible la integración de asignaturas homólogas en las facultades de Medicina, salvo algunos casos, con Farmacia y Odontología que guardaban celosamente su separación y aislamiento del Ciclo Básico y que por el contrario, reclamaban sus limitaciones de todo orden frente a esta nueva demanda. Esto provocó duras críticas, más de una manifestación violenta de los estudiantes y la indiferencia calculada de muchos, que esperaban lo que pasó finalmente: el fracaso del Ciclo Básico.
El profesor Pausolino Martínez hizo gala de su prudencia andina, de su tranquilidad imperturbable, de su capacidad de trabajo y de ”negociación”, porque la coordinación de todo este complejo la ejercía él solo con un administrador y secretarias. pero con una gran movilización, entre ellos. Se amortiguo la “crisis” con la dedicación exclusiva, que hasta ese momento la disponía solo un profesor, ahora aumentaron ellos. También por su intercesión, se logró una dotación de equipos e insumos, con parte del financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para el Núcleo de La Hechicera. Por cierto, vinieron unos representantes de empresas que se instalaron en la Facultad de Ingeniería, donde iban Jefes de Departamentos y Cátedras y seleccionaban equipos y complementos para la docencia colocando clips en grupos de hojas de los catálogos. Este material llegó en unas vacaciones y unas inmensas gandolas y montacargas depositaron, grandes y numerosos cajones, frente a la Facultad de Medicina. Al llegar el personal de las vacaciones, algún curioso identificó el material como los equipos comprado por el BID. Hubo una cayapa donde cada grupo de empleados se llevaron material sin saber si correspondía o no a su cátedra o departamento, lo que creó un gran desorden, que con la parsimonia de Pausolino Martínez se resolvió. Las personas autorizados de cada departamento y cátedra fueron a las otras dependencias a identificar su material y reubicarlo donde correspondía.
Las gestiones del Rector y su compadre Pausolino Martínez lograron recursos para hacer reconstrucciones y construcciones en la facultad de Medicina. Se cerró la amplia entrada a Medicina y los anchos pasillos del primer y segundo piso para ampliar a Fisiología. Se amplió el Anfiteatro de Anatomía. Se construyó un edificio de cuatro pisos en la parte detrás de la Facultad para Anatomía y Bioquímica. Se construyó un edificio de cuatro pisos ente Medicina e Ingeniería para la biblioteca y las cátedras de Embriología e Histología que funcionaban en locales estrechos enfrente del estacionamiento del edificio del Rectorado. Se construyó el Auditorio "A" y otros más pequeños detrás. Los locales de Bioquímica al mudarse al edificio nuevo fueron adscritos a Farmacología.
Se convocaron por parte del Ciclo Básico, con adscripción a Medicina, concursos para las Ciencias Básicas a los que concurrieron fundamentalmente señoras farmacéuticas, bioanalistas y odontólogas que cambiaron el patrón del sexo y la profesión de Medicina, para asombro de los profesores tradicionales.
Al final, toda la elaboración y puesta en práctica de una fase introductoria humanística y científica, se deshizo poco a poco, para satisfacción de la tradicional visión de la facultad, y en su lugar se terminó “semestralizando” el régimen anual de las asignaturas de los dos primeros y tradicionales años de medicina. A ese cambio curricular se le siguió llamando Ciclo Básico, con una doble injerencia administrativa. Pues, tratándose de los dos primeros años de la carrera de Medicina, intervenía el Director de la Escuela de Medicina y por el otro, el Coordinador del Ciclo Básico que de lo único que quedaba era el nombre, pero con recursos financieros por lo que los profesores según sus intereses, concurrían a uno u otro Despacho, para resolver sus necesidades como docentes.
Desde que se iniciaron las conversaciones sobre la Nueva Estructura Universitaria, profesores jóvenes en la época, respaldamos este `planteamiento, con prudencia frente a la tradición de la Facultad de Medicina. Esto permitió un acercamiento con la tarea renovadora planteada para el Ciclo Básico, integración de cátedras similares de ciencias básicas de la salud, la conformación de la fase inicial de la carrera ahora universitaria, sin relación con la cerrara profesional, reforzada por relaciones con profesores de las Facultades de Humanidades y Ciencias y la nueva organización de las facultades integradas.
Debido a la aparente debilidad organizativa del Ciclo Básico, la Facultad de Medicina propuso por mi intermedio la creación de una Facultad de Estudios Generales con el Decano Pausolino Martínez, una reorganización curricular y otros aspectos organizacionales y procedimentales, lo que fue aprobado en una reunión extraordinaria del Consejo Universitario realizada en la ciudad de Trujillo, en presencia del profesor Martínez, lo que no se instrumentó finalmente.
Fue una época de mucha violencia estudiantil por las improvisaciones y la falta de recursos docentes y de supervivencia estudiantil en la ciudad, unida al desmembramiento de los organismos estudiantiles por considerarlos inútiles para la revolución venezolana después de la derrota política y militar de las guerrillas que tenían apoyo discursivo y sentimental en la Facultad de Medicina de manera particular. Esto favoreció la aparición de grupos anárquicos que se disputaban ser los de mayor virulencia, uno de los cuales secuestraron al Decano Néstor López Rodríguez y al Director Dr. Carlos García Quintero durante tres días, sin permitirles salir a hacer necesidades fisiológicas y también ofrecerles comida en potes contaminados. La razón del secuestro fue por no acudir con la velocidad que se les requirió a una multitudinaria asamblea del Ciclo Básico en el Auditorio "A", reunión que no pudo desmontar, como solía hacerlo, el Dr. Pausolino Martínez.
Frecuentemente se convocaban, por parte de los estudiantes asambleas multitudinarias para quejarse de las improvisaciones y otras deficiencias, así como los que llamaron diferencia en el trato de las notas por parte de los profesores. Convocaban al Dr. Pausolino Martínez, y por supuesto, a los profesores de medicina que no lo acompañaban, salvo el suscrito. Los reclamos iban y venían en altos tonos, sobre todo por parte de estudiantes activistas de otras Facultades que bajaban a Medicina para no ser reconocidos y eventualmente sancionados. Llegaban grupos vestidos de negro en motos que atravesaban el Auditorio "A" al revés de los escalones centrales, con un ruido ensordecedor. La apariencia de Pausolino Martínez era imperturbable.
Para finalizar narraré una de las tantas experiencias de esas asambleas. Auditorio "A", repleto a las 2 de la tarde, con un clima caluroso. Con gritos estridentes y con motos en sentido contrario en los escalones. Después de un rato, de paciente espera, por parte de Pausolino Martínez, finalmente empezó la asamblea de reclamos violentos. Uno de los asambleístas con cara de poco amigo le pidió la palabra al inicio de la reunión, que el Dr. Pausolino le concedió. El fulano estudiante vestido todo de negro y con agresividad, gritó. Señor Martínez. Usted: "es un hijo de p.". No dijo más nada. Pausolino Martínez imperturbable, se dirigió al estudiante. y le dijo. "Mire Bachiller hoy vamos a hablar del Ciclo Básico. No vamos a discutir nada de lo que Usted piensa que es mi mamá".
La gestión en el Ciclo Básico la continuaron Anatael Cabrera, de la Facultad de Ciencias y Pedro Colmenares, de Arquitectura. El profesor Pausolino Martínez Estévez fue requerido por su compadre, Rector Rincón Gutiérrez, como Vicerrector para apaciguar otro foco de violencia en el Núcleo del Táchira de la ULA.
Notas:
(*): Foto proporcionada por la familia Martínez.
(1): Agradezco a Wilmer Contreras y a Silvia Martínez los datos de Pausolino Martínez Estévez.
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