En poco más de ciento cincuenta páginas mostramos una
visión genérica, aunque no superficial,
de la relación que ha tenido la ciudad de Mérida con los libros,
desde su fundación el siglo XVI hasta la actualidad, en la segunda década
del siglo XXI.
Como es común el tema ya ha sido tratado por otros
investigadores. Varios han escrito sobre el tema de los libros en
Mérida, a quienes agradezco por sus aportes. Nosotros estamos mostrando una visión comprensiva de los libros y Mérida en más de cuatro siglos y medio y hemos aportado una diversidad de aspectos que no han sido tratados con anterioridad.
Se ha escrito sobre los primeros volúmenes que llegaron
con certeza hasta aquí en el siglo XVI, cuando se instaló el Colegio San
Francisco Javier de los Jesuitas, hasta
la inmensa biblioteca que incluía libros prohibidos por la Iglesia Católica,
que trajo el segundo obispo de Mérida Fray Manuel Cándido Torrijos y Regueiros
en las postrimerías del siglo XVIII.
Otros han enfocado su interés en los desatinos y desgracias que sufrió
la biblioteca del Colegio Seminario durante la Guerra de Independencia, en la
primera parte del siglo XVIII. Nosotros
hemos hecho aportes a partir de los documentos de declaración herencia
registrados en Mérida en donde aparecen los libros de quienes dejaron bienes de
fortuna, para mostrar la complejidad de los libros que hasta aquí llegaron y se
leyeron.
Otros investigadores han dedicado esfuerzo de
indagación para mostrar la labor de
Caracciolo Parra y Olmedo, Rector de la Universidad de Mérida, y a quien se
debe la organización moderna de la biblioteca de esa institución en manos de Juan
Nepomuceno Pagés Monsant, en las últimas
dos décadas del siglo XIX. Entre este siglo tan complejo y el siguiente, hemos
logrado recopilar datos sobre algunas bibliotecas de intelectuales y
bibliófilos que dieron un perfil de ciudad culta e intelectual, más allá de la
influencia ejercida por la misma universidad.
Paradójicamente, los trabajos académicos, sobre los
libros y las bibliotecas en Mérida durante el siglo XX son menos, aunque los
hay y muy buenos. Aquí, la historia de
las bibliotecas y las imprentas de la
institución, y el establecimiento de la Imprenta de los Talleres Gráficos
Universitarios en la segunda mitad de los años cincuenta del siglo, es lo que
se ha tratado con mayor profusión.
Nosotros por nuestra parte, a partir de entrevistas, hemos reconstruido
el entorno de fines de la década de los
cuarenta hasta finales de los sesenta, en relación con la imprentas privadas y las librerías que
existieron en esa época.
Las últimas cuatro décadas del siglo pasado y la primera del
siglo XXI, ha sido poco analizado el tema de los libros, aunque si el de las
bibliotecas de la ULA. Sin embargo, es
en este tiempo cuando ocurren las mas importantes transformaciones que hoy
caracterizan la relación de la ciudad con los libros, las bibliotecas y las
imprentas. Hay que destacar la organización de la Feria Internacional del Libro
y la instalación del Repositorio Institucional de la ULA. Con esto último se le
ha dado visibilidad internacional a la universidad de Mérida, al acumular
millones de visitas en el ciberespacio.
Y además, ofrecer para su consulta libre, no solo libros sino una colección de revistas digitales, en una amplísima diversidad disciplinaria, dirigidas por
profesores de la institución o en conjunto con personal de otras universidades
e instituciones de investigación del país.
Son cuatrocientos cincuenta y cinco años de una
vinculación compleja, permanente, muy rica que ha variado con el tiempo entre
sus habitantes con los libros. Se
analiza el papel de sus autoridades, sus
lectores, sus escritores y sus editores con las obras que hasta aquí se
traían y luego se comenzaron a producir. Sin dejar de insistir en la condición
de ciudad alejada de los grandes centros políticos y económico, de difícil
acceso asentada en las estribaciones de los Andes, hoy venezolanos, que
la hubiera signado a una vida provinciana
y hasta miserable en los aspectos del intelecto y el espíritu. Los
libros la han hecho otra cosa. Lo que hoy es: una pequeña ciudad culta que
destaca por ello en el país y ahora en el ciberespacio.
Si está interesado en estos temas, y tiene tiempo, le
invito para acompañarnos a la lectura del discurso que amplia las ideas aquí
esbozadas.
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