miércoles, 19 de enero de 2011

Debate universitario: semejanzas con las dictaduras militares

Foto: Leo León
A partir del mismo 23 de diciembre de 2010 se inició una amplia y compleja discusión sobre la Ley de Educación Universitaria (LEU), aprobada esa madrugada, por una agonizante Asamblea Nacional que poco después se vio desautorizada por el mismo Presidente de la República quien decidió no promulgarla y remitirla de vuelta para el levantamiento de su sanción, por el órgano legislativo.   
En la Universidad de Los Andes (Mérida-Venezuela) un grupo de decanos fijaron prontamente posición contraria a la LEU y el jueves 6 de enero, en una masiva asamblea  en el Aula Magna, se analizó la situación y se solicitó, entre otras muchas proposiciones,  pedir la desticuón del Ministro de Educación Superior, artífice de la LEU.  Poco dias después fue nombrada Yadira Córdoba nueva titular de la cartera ministerial para la educación superior.

En el inició de las actividades de la Tertulia de los Martes, en la sede de la Asociación de profesores de la ULA, en Mérida, se escucharon las intervenciones del profesor Roberto Rondón Morales y de la  estudiante Aymara Rivas, Presidenta Adjunta de la FCU. Ambas intervenciones muy importantes.  La bachiller Rivas destacó la relación entre la Ley Orgánica de Educación  (LOE) y la ahora fallida LEU. Por su parte, el profesor Rondón Morales, mostró la extraña coindidencia entre la LEU y los mecanismos de intervención de las universidades del sur del contiente americano, por parte de gobiernos militares de derecha, ente los años 60 y 80 del siglo pasado.


Como un aporte a la discusión universitaria que se desarrolla  en el país y en el exterior, sobre el destino de la institución superior venezolana y las restricciones antiemocráticas  impuestas a la nueva Asamblea Nacional por la Ley que habilita  al Presidente de la República  para legislar por diez y ocho (18) meses, ofrecemos a continuación la intervención del profesor Roberto Rondón Morales, el pasado martes 18 de enero, quien en una de sus consideraciones expresa: 


“Tengo la preocupación de si estamos frente a un planteamiento que nos retrotraería ochocientos años ya que se nos formula  una institución especulativa, sojuzgada por el poder, sin libertad para enseñar y otorgar los grados y formando parte de una mónada al servicio de una personalidad.”