jueves, 30 de mayo de 2013

Simón Bolívar en Mérida. A 200 años de la llegada del Libertador



                                    José Manuel Quintero Strauss*



En una hermosa mañana de mayo, el mes de las flores por excelencia, la ciudad melancólica se alegra, sus desiertas calles se llenan de gente, las campanas se echan al vuelo, y en los balcones y ventanas de sus casas simiarábigas, brillan ardientes y seductores, entre dulces sonrisas, los negros ojos de recatadas doncellas, que esperan anhelantes el desfile de la vistosa comitiva, donde viene el guerrero afortunado, el caballero de la Torre de Plata y la Celeste espada. Es Bolívar que llega.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Se lo llevaron los marcianos


Humberto Ruiz


María Chinca, la tía Chinca, es el nombre de la mujer que se ve en la foto. Realmente su nombre fue María Chiquinquirá. La foto, como podrán imaginar, no es reciente. En un texto de la cara posterior, se indica  que la fotografía fue enviada a un familiar en el lejano 1892. Quizás tenía unos quince años. Mi hermano la conoció en la década de los años 50 del siglo pasado, es decir del siglo XX, en la calurosa Cúcuta de los meses de vacaciones escolares. Fue, sin duda  alguna, a los quince años, una mujer bella. Pero, tuvo una historia un tanto trágica.


María Chiquinquirá fue la única de las hermanas, de una larga familia, que decidió que la vida en matrimonio era importante, más allá de los conventos y de las órdenes religiosas. Por ello, siguiendo el ejemplo del abuelo, decidió casarse, antes que tomar los hábitos religiosos, como lo hicieron otros muchos familiares. Así, María Chiquinquirá decidió formar hogar con su enamorado. Pero la vida le jugó una mala pasada.

A los pocos días de haberse casado, con vista a establecer una familia, su esposo desapareció. ¿Que había pasado? Pues no lo sabemos, o quizás ya los recuerdos familiares están borrosos. 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Una muchacha guapa e inteligente


Vino desde la cercana Pamplona, la misma ciudad de donde partieron los conquistadores españoles para fundar a Mérida, sólo que ella llegó casi cuatro siglos después. La Hermana República era una sociedad pobre, en esos tiempo. Pobrísima. No vivían bien ni los que tenían tierras y menos los que ejercieran profesiones liberales. Sociedad paupérrima, sobre todo si se la comparaba con la pujante Venezuela de la década de los años cuarenta del siglo XX. ¡Cómo han cambiado los tiempos!

Se vino a Mérida por que su familia se había dispersado luego de la muerte de sus padres.  Llegó para acompañar a una hermana mayor que se  había adelantado y casado en la ciudad con un joven ingeniero, profesor de la ULA. Con su limitada formación, la escasa primaria de esos tiempos, leía y escribía con la soltura  que muchos egresados universitarios no son capaces de hacer hoy. Eran famosas las muchísimas cartas que semanalmente enviaba  a sus hermanas y a su hermano que se quedaron en el terruño natal. Ahora que pienso en ella, creo que quizás éste afán por contar historias, de escribir, sólo por el gusto de ver las palabras  en el papel y ahora en la computadora, me viene por ella.

domingo, 5 de mayo de 2013

Universidad: Política con mayúscula


Cuatro ex-rectores de la ULA ante la difícil situación que viven las universidades venezolanas hoy, han enviado a las comunidades universitarias y a sus autoridades un documento para proponer que se analice y se actúe sobre la realidad actual, con perspectiva política. Agradecemos la gentileza que nos permite compartir con nuestros lectores el documento en cuestión.



LA HORA DE LA POLITICA EN LA UNIVERSIDAD

José Mendoza Angulo, Néstor López Rodríguez, Miguel Rodríguez Villenave y Genry Vargas Contreras, ex–Rectores de la Universidad de Los Andes, seriamente preocupados por las amenazas políticas que se ciernen sobre el país y por el sesgo que están tomando las acciones gremiales de los componentes de la comunidad universitaria nacional en relación con reivindicaciones por ellos planteadas, hemos creído oportuno y pertinente someter a la consideración de los universitarios de Mérida y de Venezuela y a la consciencia crítica de la nación los siguientes planteamientos: