“La persona instruida debería
ser el nuevo arquetipo de la sociedad postmercantil”
ser el nuevo arquetipo de la sociedad postmercantil”
Peter Druker
(Managing For The Future-1993)
El último
tercio del siglo XX fue testigo de la transformación social y económica más
importante de la historia de la humanidad. Para economistas, sociólogos e historiadores, estos hechos sentaron las
bases de una nueva dinámica global, sustentada sobre un conjunto de fenómenos
denominados: Economía del
conocimiento.
En la década del ´60 del siglo XX, Peter Druker,
había acuñado la expresión “Sociedad del
conocimiento” para referirse a la sociedad sustentada sobre la
sistematización y la organización de la información. Sin embargo, la Economía
del Conocimiento, va más allá del concepto que se fundamenta en los procesos
tecnológicos previstos en la sociedad de la información, para abarcar un ámbito
más general que comprende además, dimensiones políticas, sociales y éticas. Ya
en 1961, se hace referencia al término, en un informe de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo (OCDE:
“Economía fundada en el saber”).
Se conceptualiza la Economía del conocimiento, como
una nueva dimensión para concebir la riqueza, donde el factor
decisivo de la creación de la misma, es el saber y la competencia. Se
centra en la desagregación de la actividad económica, prioritariamente en sus
componentes intangibles, que están vinculados a la producción del conocimiento
técnico, científico y desarrollo del capital humano, constituyéndose en el principal
activo de las organizaciones productivas. Actualmente, los sectores más
dinámicos de la economía global, están liderados por aquellos de uso intensivo del conocimiento. En
este sentido, el Banco Mundial, ha desarrollado un programa que permite a los
países identificar retos y
oportunidades, para llevar a cabo la transición hacia una economía basada en el
conocimiento (Knowledge Assesment
Methodology). Dicho programa, mide el desempeño de los países a través de
cuatro pilares: 1-Incentivos
Económicos y Régimen Institucional 2- Educación 3-Innovación 4-Tecnologías de
la Información y las Comunicaciones.
Países como Finlandia, Suecia, Corea del Sur, y más
recientemente China, son ejemplos de cómo los fundamentos de la economía basada
en el conocimiento permiten la modernización y el desarrollo. En ellos, la
educación, la Investigación y el Desarrollo se han constituido en actividades
prioritarias. En 2011, Francia, cuyas empresas nacionales han perdido
competitividad en el ámbito de la Unión Europea, aprobó una inversión de 47 mil
millones de dólares para incentivar la
investigación, el desarrollo y la capacitación científica y tecnológica en
universidades, institutos de investigación y empresas. Por su parte, Singapur y Qatar han invertido miles de millones de
dólares, en Educación Técnica e Investigación.
La Economía del
Conocimiento y América Latina:
La región latinoamericana en su conjunto, se ha
caracterizado por una vinculación con la economía global, a través de la
producción y exportación de materias primas y productos básicos, de bajo valor
agregado y poca intensidad tecnológica. Elementos que, junto con las esporádicas
políticas de fomento al desarrollo, han actuado como condicionantes de los
procesos de desarrollo intentados en la región.
En las últimas tres décadas, luego de transitar el
inoperante modelo de sustitución de importaciones, en lo que la CEPAL (Comisión
Económica para América Latina) llamó “La
Década Pérdida”, se ha registrado en
algunos países del continente, un proceso de apertura y modernización, a través
de reformas estructurales que apuntan hacia el uso de las herramientas que la
Economía del Conocimiento ofrece, para
erradicar el atraso y la pobreza.
Sin embargo, los niveles de inversión en Educación,
Ciencia, Tecnología e Innovación, así como en infraestructura productiva,
siguen siendo bajos. Según datos del Banco Mundial (Dic. 2014) existe un rezago muy importante en calidad educativa e innovación. El país que más invierte en investigación y
desarrollo es Brasil, el 1% de su PIB, la tercera parte de lo que invierte
China. Mientras que el promedio
regional, es apenas del 0,5%.
¿Y Venezuela?
Venezuela no ha escapado a la situación que en
conjunto ha caracterizado a la América Latina, sin embargo, en los últimos 15
años, el proceso de involución adelantado por el régimen político imperante, ha
conducido al país a una desvinculación cada vez más pronunciada, del modelo
contemplado por la Economía del Conocimiento. No solo se ha desmantelado, a través de decretos
y expropiaciones el aparato productivo
nacional, también se ha arruinado buena parte de la infraestructura productiva
o, se ha hecho obsoleta por la ausencia de inversiones.
Pero, donde se refleja con mayor dramatismo esta
realidad, es en el tratamiento que desde el gobierno, ha merecido el sector
científico y universitario. Baste con señalar, el poco o ningún interés en
propiciar la inversión en el Sector de Ciencia y Tecnología, el deterioro
progresivo de instituciones de vanguardia, como el Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas (IVIC). Caso aparte, el de las universidades
nacionales, sometidas a un cerco presupuestario que impide el desarrollo de sus
actividades fundamentales, sin dotación de nuevas tecnologías, laboratorios,
talleres o bibliotecas, sin estímulos a la investigación, con el profesorado
peor remunerado del continente. Factores, que
han conducido, a una disminución considerable de la investigación y
producción científica. Venezuela que en los años 90 aportaba el 5% de la misma
en América Latina, había descendido a menos del 2% en 2013 (USB-Decanato de
Investigación y Desarrollo). El agravante, es que buena parte del acervo
científico nacional, constituido por nuestros mejores talentos, está emigrando
a otras latitudes, en una peligrosa diáspora, difícil de revertir en los
próximos años.
Una civilización moderna, no puede funcionar con una
estructura política arcaica y populista. En la época de la Economía del
Conocimiento, Venezuela vive la etapa de mayor oscurantismo de su historia
contemporánea.
Notas:
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*Economista-Profesor
universitario.
Fuente: Publicado en Diario El Impulso, Barquisimeto (Venezuela) 20 Abril 2015.
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