Si en el diccionario de María Moliner hay tres páginas, de dos columnas cada una, sobre la palabra PIE, creo que soy capaz de escribir un texto corto e interesante para mostrar mi interés por esa parte del cuerpo humano. Pero además, mostrarles a nuestro amables lectores, casi una docena de fotos tomadas sobre esa porción del cuerpo de las personas, muchas veces minimizada.
Como entenderán nuestros lectores, el confinamiento por la pandemia del COVID-19 nos ha tenido encerrados y tratando de no enloquecer. Una de las varias formas que he utilizado para lograr esto es revisar nuestro archivo de fotos y pensar sobre las circunstancias cuando se tomaron. También reflexionar sobre temas que puedan parecer baladís, pero que nos mantiene ocupado y hasta nos pueden hacer feliz.
Para mi, observa los pies de las personas, me hace sacar conclusiones y hasta construir historias de los personajes involucrados. Y además, hace mucho que los pies, de las persona con la que me relaciono, son una parte del cuerpo que detallo y otras veces, cuando lo puedo hacer, la fotografío.
En la foto de la presentación (foto 1) no hace falta decir que hay allí, no solo hay dos pies que se tocan, sino toda una historia de amor y compromiso. De la siguiente imagen (foto 2), esos dos piecitos hermosos, muestran placidez, inocencia y alegría. Lamentablemente no los veo directamente, desde hace mucho tiempo pues, son de alguien que forma parte de la diáspora venezolana. En cambio los otros pies infantiles (foto 3) son de una niña que se divierte en un parque infantil y que se mese en un columpio que uno de sus padres mueve con mucho cuidado.
Muchas veces no se pueden detallar los pies directamente, pues los zapatos lo impiden. Pero la imagen que uno puede visualizar dice mucho. Esos dos zapatos (foto 4), con su medias y el espacio donde están nos dicen que las personas van muy contentas y que, es posible, un largo y placentero viaje está por comenzar.
El viaje se produjo y ella disfruta de la playa y de su arena con la mayor placidez (foto 5). Nada interrumpe el gozo de socializar con familiares y amigos que hacen otro tanto: tomarse un merecido día de fiesta.
Pero, así como los pies pueden mostrar satisfacción y disfrute, también pueden evidenciar accidentes y dolor (foto 6). Para superar el cansancio solo queda despojarse de los zapatos (foto 7) y hasta poner los pie en alto para mejorar la circulación y conseguir alivio (foto 8). Y en este último caso es evidente que la jornada de trabajo había sido larga y agotadora.
Foto 6
Foto 7
La coquetería suele aprovechar los pies para usar zapatos cuyo diseño sea muy original, como en este caso, simular una carta geográfica (foto 9) o sencillamente mostrar vehementemente patriotismo con los colores de la bandera nacional (foto 10).
Foto 10
Adicional a lo anterior, hay personas que hacen de la decoración de las uñas de sus pies un verdadero trabajo artesanal. Es posible que sea de mucho detalle y de muy arduo trabajo. Pero también de gran cuidado para mantener la florida visión que logró la dama de la foto (ver 11).
En fin mis queridos lectores, los pies no solo sirven para andar y sostener nuestro cuerpo. También, en nuestro caso, creo que siempre tienen una historia que contar. Como ejemplo muestro los cuentos antes presentados. Espero que luego de esta lectura, seamos mas cuidadosos con esa parte del cuerpo y miremos los pies, desnudos o calzados, para ver qué verdad pueden mostrarnos. Si le interesó o no nuestro argumento o las fotografías, expréselo. Se lo agradeceremos. Un gran saludo para todos.
¿Ya miraste los pies del vecino o la vecina…?
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