sábado, 25 de junio de 2016

Validación: ¿éxito o fracaso?


Desde que escuché a Chávez pronunciar el célebre "por ahora", estoy en desacuerdo con éste régimen.  En ese momento por considerar que los militares deben estar en los cuarteles y no asumir la conducción de la vida política. Esa es una tarea de los civiles.

Voté en contra de la Constitución del 2000 y luego en contra de su reforma.  Hoy la leo y siento que éste régimen político, el chavismo madurismo,  está no solo alejado de ella sino en franca desobediencia constitucional. 


No se si el término exista, el de desobediencia constitucional. Nos parece que el artículo 62 de la Constitución es muy claro para mostrar la patraña que las cuatro rectoras del CNE  están haciendo con la decisión de una parte muy importante de los venezolanos de querer revocar el mandato presidencia de Nicolás Maduro, ahora, no el año que viene.  El artículo en referencia indica entre otras cosas que:

Todos los ciudadano y ciudadanas tienen el derecho a participar libremente  en los asuntos públicos… La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr su completo protagonismo… Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica”.

Tardé 15 minutos el día que salí y regresé de mi casa a firmar la solicitud para activar el revocatorio contra Maduro. 15 minutos que quienes organizaron el proceso, desde la sociedad civil y política, me facilitaron para estampar mi firma.

Afortunadamente, escribí bien, deje mi huella perfecta  y nadie cometió error algunos para que se valiera mi solicitud. Fueron más de 600 mil quienes se quedaron por fuera, por argucias del CNE. Máxima calificación para los jóvenes que organizaron el proceso en la Facultad de Humanidades de la ULA.

Durante la semana del 20 al 24 de junio pasé varias veces cerca del CNE de la ciudad de Mérida y mi voluntad de participación política no era tan grande como para someterme a una cola de varias horas. No, eso no es facilitar el proceso Sra. Tibisay Lucena.   Trato de respetar y respetarme y tengo muchas cosas por hacer –y eso que estoy jubilado- como para dedicar tanto tiempo a Maduro y a mi derecho a la participación política. 

Afortunadamente aprobaron posteriormente que podría validar en cualquier máquina del Estado en donde vivo, luego de muchas presiones de la MUD. 

Bueno, para ser corto. Salí a las 9:27 am de mi casa y recorrí 50,5 kilómetros hasta el CNE de Mucuchíes. Argumenté que soy de la tercera edad y me dejaron ingresar a la sala de espera. En medio del mayor de los jolgorios, con risas, aplausos y vítores, cada quien iba y colocaba  el pulgar y el índice de ambas manos en el capta huellas y unas fatigadas funcionarias del CNE  nos indicaron que ya había VALIDADO, nuestra firma.


No hay recibo, ni evidencia que nos quede que Tibisay está conforme y que yo también. Nada. Solo de nuevo al salir un joven alegre y con cara de querer mucho a Venezuela, me anotó en una planilla como evidencia autónoma, para prever cualquier argucia del CNE, que había VALIDADO nuestra firma.

Regresé a mi casa luego de haber recorrido 101 kilómetros  y de haber demorado cuatro horas. O para ser exactos: 3 horas y 57 minutos. Me demoré ocho veces mas tiempo, pero el viaje por el páramo fue chévere.

Cuando veo por twitter la campañita que Capriles fracasó por que solo 409.313 personas validaron su firma de las más de 2 millones 600 mil que hicieron la petición del referéndum revocatorio al CNE,  no se qué pensar.  ¡A mi que me resultó tan fácil! ¿Por qué no irían los demás a validar sus firmas?  Parece chiste, ¿verdad?

Tibisay: no estás facilitando nada. Estás entorpeciendo el derecho a la participación política de los venezolanos. Fueron miles quienes tuvieron que ir a pie, atravesar ríos, sortear alcabalas,  hacer colas de muchas horas, pasar hambre y necesidades fisiológicas elementales, para validar su firma. Otros tienen que trabajar y no pueden dedicarse a esperar que el CNE “les facilite”  la validación de su firma, por horas. Una página honrosa y valiente la de los miles de margariteños, los casi únicos isleños del Caribes que el régimen no logró, comprar con gasolina barata.

A LOS DE LA CAMPAÑITA: ¿CREERÁN QUE SE LA ESTÁN COMIENDO?  
¿CREERÁN QUE SE LES CREE?. 



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