Humberto Ruiz
Durante treinta y un días nos mantuvimos en ascuas y esperanzados por un acuerdo entre los huelguistas del PNUD y el gobierno de Venezuela. El único acuerdo posible, dada la determinación de los estudiantes y de quienes los acompañaron, era aceptar las justísimas demandas formuladas desde el inicio: aumento de las becas, tanto como las que se otorgan a los estudiantes de la UBV y UNEFA, aumento de las unidades de transporte estudiantil y mejoramiento del parque existente, presupuesto para los comedores estudiantiles, aumento de los sueldos y salarios de profesores, empleados y obreros universitarios y reconocimiento de las deudas laborales existentes.
La última semana de la huelga de hambre se radicalizó el conflicto por la absurda acción del gobierno de querer desacreditar a los huelguistas, al acusarlos de comer a escondidas. Y con ello se inició la última fase: coserse los labios.
Ver a Vilcar Fernández (ULA), Grey Hernández (UPEL), Luis Magallanes (UC), y Gabriela Torrijos (UCV) tomar esa determinación, para quien tiene un poco de sensibilidad fue terrible. Pero allí las huestes del gobierno dieron su mejor expresión de crueldad y de indolencia. La Defensora del Pueblo tratando de “mediar” –colocar un peine es mejor-, argumentando que debían suspender la huelga y defendiendo a la vez los logros del gobierno en materia de educación. O, escuchar a la Fiscal General de la Nación, cuando expresó su criterio sobre el carácter “presuntamente” delictual de los médicos que habían ayudado a los estudiantes a cocerse los labios. O, las altisonantes y patéticas palabras del Ministro de Relaciones Exteriores. ¡Qué papel tan triste! Con ellos se mostró la cara más nefasta y canallesca del régimen.
Ahora viene una fase complicada: lograr que los acuerdos se cumplan. Con la fortaleza de que los mismos tuvieron testigos de excepción y fecha establecida para concretarse.
Reunidos en el ministerio de Educación Superior, el viceministro de Planificación Estratégica, la directora del despacho, la directora adjunta de la OPSU, los rectores de la Unexpo, UC, UCV y UDO y los vicerrectores de UCLA, UPEL y USB, acordaron:
1. 1. El 31 de marzo reunirse con los profesores para avanzar en aspectos salariales.
2. 2. En abril debe anunciarse el cronograma de pago de becas.
3. 3. Establecer, la próxima semana, las mesas de diálogo para tratar insuficiencias en servicios estudiantiles.
4. 4. Antes del 31/3, activar comisión CNU/OPSU sobre prestaciones sociales.
Sólo queda reconocer y agradecer a los huelguistas por la valentía, la entereza, la capacidad de organización y el sentido unitario, al lograr reunir a estudiantes de todo el país, tanto en las demandas como en las acciones, incluso las más arriesgadas.
En la distancia sólo puedo enaltecer el valor y la persistencia de los compañeros Grey Hernándes, Gabriela Torrijos, Luis Magallanes y del compañero y gran amigo Vilca Fernández, quienes mantuvieron una postura radical ante la problemática del presupuesto universitario.
ResponderEliminarSon un ejemplo para la postura firme que debemos asumir todos ante esta y otras situaciones dadas por decisiones tomadas arbitrariamente por parte de los madatarios en todo el mundo, como es el caso del uso de la energía nuclear, especialmente en América Latina donde aún no tenemos ese terrible foco de contaminación y destrucción masiva.
Liliana Rojas (Bogotá)