lunes, 11 de abril de 2011

Educación, educación y educación

Humberto Ruiz



Andrés Oppenheimer es actualmente uno los periodistas mas influyentes en lengua española. Hace unos años escribió Cuentos Chinos (2005) y ahora acaba de publicar: ¡Basta de historias!(2010), entre otros muchos libros. Si bien es cierto que al inicio del libro critica la insistencia de los latinoamericanos por ensalzar su pasado glorioso en la lucha independentista frente a la corona española, ese tema se va desdibujando para centrarse en lo educativo.  Creo que eso es lo más importante: el tratamiento que le da al tema educativo. Ambos temas están relacionados, pero no creo que la escasa importancia que se le da a la educación sea consecuencia del culto a los héroes de la independencia  

En la última encuesta de opinión realizada en Venezuela  el principal problema  identificado por los encuestados es la inseguridad, lo cual es una realidad incontrastable.  Lo que llama la atención es que la educación es vista por la mayoría de los consultados en los últimos lugares de sus dificultades.


En los datos que ofrece el autor sobre las “200 tops universities” del Times de Londres, en 2010 la primera universidad latinoamericana que aparece en la lista es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el puesto 190. Pero, un años después, es decir en los datos del 2011, nosotros encontramos que la UNAM seguía bajando y ocupa el lugar 222.  La única universidad venezolana que aparece en el ranking es la Universidad Católica “Andrés Bello” (UCAB) en el grupo de las 601+.  

Los ejemplos de países exitosos que analiza el autor señalan a la educación como la razón de su desempeño social positivo. Las palabras de la presidenta de Finlandia, cuando le pregunta cómo hicieron para pasar de ser un país exportador de madera  a exportar  alta tecnología,  son claras y sencillas: “educación, educación y educación”.  Similares expresiones las recibe de dirigentes políticos, maestros y familiares  entrevistados  en un gran número de países que han logrado resultados importantes en su progreso social.

En Venezuela no hemos tenido dirigentes políticos que hayan visualizado esta situación, salvo uno de los más bolivarianos, López Contreras.  En el famoso Programa de Febrero de 1936 expresó: “La escuela será  lo que sean sus maestros”.  Lo lamentable es que eso se le olvidó a casi todo el mundo.  Y el esfuerzo iniciado se detuvo.  

En Singapur no todos pueden ser maestros pues para ello se escogen entre el 30% de quienes obtienen mejores notas en la universidad y  un maestros gana tanto como un ingeniero.  Por ello, entre otras muchas cosas referentes a la educación,  se explica que Singapur pasó de ser un país de semianalfabetos a ser campeones en ciencia.

El esfuerzo de China en educación va mucho más allá de lo que realiza el gobierno. Es una tarea colectiva  en donde la familia tiene un peso muy importante, incluyendo a los abuelos. Pese a ser una  sociedad cuyo modelo político es comunista, la educación superior es paga y han aceptado la instalación de 170 universidades extranjeras, que compiten con las locales en otorgar títulos.

El caso de Corea del Sur es dramáticamente impactante. En 1960 cuando EEUU y otros países occidentales cortaron toda su ayuda económica, entendieron que debían producir para exportar y subsistir. Pero fueron mucho mas allá educaron para producir para el mundo globalizado.  Hoy cuentan con empresas multinacionales como Samsung, Daewoo y Hyundai Motors y el 81% de los estudiantes que egresan de bachillerato estudian en las universidades. 

En el caso Israelí se repite el interés por la calidad de la educación primaria y secundaria, la formación de los maestros  y la internacionalización de las universidades.  Pero una cosa llama la atención: la importancia en la producción de patentes. Se destaca sobre ello que,  la oficina  dedicada a promover la actividad científica “no escoge sectores prioritarios de la economía ni industrias estratégicas… evalúan cada proyecto exclusivamente con base en sus posibilidades comerciales”. En Venezuela, tanto durante el período democrático iniciado en 1958 como el actual comenzado en 1999, se ha insistido en indicar a los académicos las "áreas prioritarias" para desarrollar la actividad científica y tecnológica. Y el resultado... todos los sabemos: fracaso  total. 

Sobre la realidad latinoamericana Oppenheimer analiza los casos  positivos de Chile, Brasil, Uruguay, Perú y Colombia.  Así mismo, contrasta los ejemplos de Colombia y Venezuela  que hacen recorridos diferentes.  Y critica fuertemente  a su país de origen Argentina  y tambien a México en cuya sociedad el gremio magisterial que impide cualquier cambio positivo en la educación.

Las lecciones pendientes sobre la educación para América latina las concreta  en doce claves para el progreso:
  
1.             Mirar hacia delante – aquí vuelve a la crítica por la predilección sobre 
          el pasado y las historias patrias-;
2.             hacer la educación una tarea de todos;
3.             invertir en educación preescolar;
4.             concentrarse en la formación de los docentes;
5.             darle status  a los maestros;
6.             ofrecer incentivos salariales  a los docentes;
7.             propiciar pactos nacionales para propiciar y mantener los programas educativos;
8.             forjar una cultura familiar por la educación;
9.             romper el aislamiento educativo, traer experiencias e incentivar a quienes 
         deseen estudiar en el exterior;
10.          atraer inversión de alta tecnología  a nuestros países;
11.          establecer una alianza internacional para presionar cambios positivos  en la educación, y;
12.          acabar con la complacencia y estimular la lucha por ocupar mejores lugares en el mundo.


Los países que han salido de la pobreza en los últimos tiempos no lo han hecho con operativos espasmódicos. Todo lo contrario, lo han logrado con el esfuerzo sostenido por años. Lo que resulta evidente en el libro de Oppenheimer es que la educación es el factor clave para el éxito económico, la lucha contra la pobreza y el atraso: lograremos aprender la lección!!!

1 comentario:

  1. Pero lo más triste Humberto es que alguna vez tuvimos eso...si no, mira cómo se defienden y tienen éxito nuestros jóvenes venezlanos que salen a cinquistar el mundo; el futuro cercano se visualiza trágico en esa materia....excelente reseña como siempre

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