domingo, 29 de junio de 2014

En la Charlorra

La extraña palabra  que titula éste texto se ha construido con otras dos: charla  y chistorra. 

La Charlorra identifica  a un grupo de habitantes de esta interesante ciudad en donde vivimos, quienes desde hace ya años, se reúne -con entrada libre- los primeros martes de cada mes, para escuchar a quienes tienen en algún momento de su vida algo que decir, de los mas variados temas de discusión. Compiten los Charlorreros  con otras reuniones de este tipo en Mérida: “Rompiendo coherencias” y “La tertulia de los Martes”, quizás la decana de estas pláticas regulares.

Charlar es una añeja palabra  que proviene del italiano ciarlare del siglo XIV y posteriormente del castellano charla del siglo XVI. Total, que nos han invitado a conversar  en la Charlorra, de lo que desde hace algún tiempo ha  sido uno de mis intereses fundamentales: los libros y la ciudad donde vivo.

En la invitación, generalmente, se da una corta explicación del tema de la charla. A continuación la  que se ha preparado  para  la  actividad del próximo martes, primero de julio.

Durante más de cuatro siglos, Mérida se ha empeñado en moldear finamente el perfil de una pequeña ciudad con grandes condiciones para producir libros, gracias a la vocación de una parte de sus habitantes. No en vano es considerada la ciudad del interior del país que edita y publica más libros en Venezuela. Voraces lectores, acuciosos bibliófilos, inquietos intelectuales, arriesgados impresores y editores de libros, revistas y periódicos, relatan la historia de una ciudad prolífica en ediciones.  En esta Charlorra se brindará un recorrido histórico, con datos curiosos, sobre la relación de Mérida, sus habitantes y  los libros, desde los primeros años de su fundación, los pasos de algunas de sus imprentas en la ciudad, hasta la sorprendente colección electrónica de los tiempos actuales.

Ah, por cierto, dejamos de último que la segunda palabra que conforma la original Charlorra es chistorra. Extrañamente, la palabra no aparece  en el DRAE, pero en estos tiempos del ciberespacio sí está en Wikipedia: “La txistorra (de vasco txistor, longaniza)”.  Pero, la última sílaba de charlorra, no proviene del manjar carnívoro,  sino porque la reunión se hace en el Restaurant “La Chistorra”, camino a la Hechicera,  siempre a la 7 pm.

¡Estaría feliz si antes o después de la charla me pudiera comer, al menos, un pedacito de chistorra!



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