jueves, 16 de mayo de 2019

Salvando un zanate

Por: Fabricio Díaz 

Nuestro desconocimiento de la vida animal nos hizo creer que el espécimen que se había caído de su nido y yacía en la arena caliente de la playa era un cuervo. Pero no.  

Los dependientes del negocio me aseguraron que el desvalido animal era un "zanate". 

Efectivamente, al buscar en internet se encuentra el nombre en referencia y toda una problemática de estos animalitos que son comunes en las Antillas Caribeñas. 

Otro aspecto indicado en el sitio en internet es que se les confunden con los cuervos, a pesar de ser ciertamente otra especie. (Ver en internet:  https://es.wikipedia.org/wiki/Quiscalus_lugubris)


Lo que deseo contar a nuestros lectores, es la historia de éste animalito que nos alegró el día un buen rato, pese a sus apuros. Al parecer ya era la segunda vez que se caí de su nido, a vario metros de altura del caliente suelo de la playa, según nos contaron los paisanos de la zona.   


Lo que nos llamó más la atención, desde al principio, fue lo desvalido que se veía el animalito. Todo  quien pasaba cerca se llenaba de lástima. Uno lo tomó y lo colocó a la sombra. Otros los revisaron para ver si tenía heridas. En cada caso toda la familia del aves se lanzaban en picada a defender al desvalido zanate. Y hacia que la gente huyera y mirara con respeto al animalito que por su escaso desarrollo no podía volar. 

Pero hubo más.  Parte del equipo de los negocios cercanos a donde cayó el pequeño zanate se pusieron en funciones. Buscaron una escalera y el más hábil se colocó guantes de latex, cubrió su cabeza con un gorro, tomó al animalito en su mano y lo volvió a colocar en el nido. Por su puesto, cuidando no ser golpeado por alguno de la bandada de zanates, que con mucho alboroto, trataba de que nadie le hiciera daño. Las fotos muestran todo el proceso.


    



















Al final, la bandada de zanates cubrieron el ramaje donde estaba el nido y durante buen rato estuvieron en actitud de defensa. 


Para quienes vimos todo el proceso y pudimos registrarlo, nos alegró que de nuevo el pichón de zanate volvió a su nido y al parecer sano y salvo. Ojala tenga larga vida y alegre los parajes Antillas  Caribeñas donde lo vimos. Además, una felicitación al equipo salvador. Nos alegró la actitud de la gente por salvar al indefenso zanate, pese a la agresividad de los suyos. Fue un rato reconformante. No lo creen Uds, estimados lectores?  

2 comentarios:

  1. Mi apreciado Humberto: qué hermosa crónica la del "pichón de zanate". Qué significativa lección de protección no sólo paternal sino lo correspondiente a sus familiares y amigos tanto de los progenitores como del pichón de zanate. Parodiando, tal parece que los zanates, en común, tenían alguna "inspiración" solidaria y fraternal proveniente de los masones. Afectuoso abrazo, desde Cúcuta, Hugo y Marcela

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    1. Estimado Hugo y Marcela: gracias por sus comentarios. Sí, muchas veces tendríamos que aprender de algunos animales que son una vívida enseñanza para los humanos. Saludos.

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