viernes, 9 de marzo de 2018

¿Justicia y paz: ¿de quien para quienes? (*)

Santiago de Compostela, parque Simeón
Por:
Alejandra Ruiz Hidalgo

Para nadie es un secreto que atravesamos el peor panorama, político, social y económico en el país. 

En las noticias salen venezolanos pidiendo a gritos paz y justicia, para salir de la pesadilla  en la que estamos sumidos.  

Queremos despertar, pero aún nos sentimos en el más profundo sueño.

Hace unos días  viajé y visité una provincia española,  totalmente diferente a donde actualmente me encuentro.  En ella recordé mi ciudad (Mérida de Venezuela). Qué bonita será mi Mérida cuándo salgamos de éste mal momento, pensé...

Pero, ciertamente: ¿estamos preparados para el cambio? ¿Qué es justicia? ¿Qué es paz?. En mi opinión personal suponen dos valores que van de la mano siempre, que muchos pedimos, que pocos tenemos con nosotros mismos.

En un cuestionamiento existencial en el que me sumergí  hace días, me preguntaba: ¿hago lo que quiero?, ¿siento paz tomando las decisiones que asumo?  Llegué a concluir que,  sin duda no.  Pasaba los días malhumorada y eso trasmitía a mi alrededor. ¿Cómo podemos pedir algo que no tenemos dentro de nosotros mismos? Algo que aun no somos? Hemos entrado en un “esperemos que suceda el cambio,   para ver que haremos”,  en vez de “accionarnos para que suceda el cambio”.

Siento que todos, desde cualquier rincón del planeta, pueden hacer algo para mejorar una situación, una comunidad, un país y ¿por qué no, el mundo en general?. Y si somos ese primer dominó que decide caer y hacer efecto en los demás, en vez de ser el dominó que empuja o se deja empujar por algún otro?.

Actuemos con justicia cuando sujetamos la puerta del edificio a esa persona que lo necesita. Actuemos con el espíritu de la paz ciudadana, al saludar con buen animo al que nos encontramos en la panadería.  Seamos el cambio que buscamos que otro nos proporcione.  Amigos míos, lo único que llega –casi siempre, HRC-  sin buscarla es  La muerte. Mientras estemos vivos, dejemos de anhelar y pasemos a la acción. ¿Te sumas?


 (*) Nota del editor
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Escribir es una necesidad humana tan importante como hablar. En uno y otro caso, casi siempre nos interrogamos  y hasta aclaramos nuestras ideas. Escribir sin embargo,  requiere que los demás nos entiendan, en un grado mayor que con la conversación. Por ello escribir requiere corregir y revisar lo producido, o por uno mismo o por otros. El texto que tienen ante Uds. me lo mandó una venezolana  que forma parte de la diáspora del país y luego de algunas, muy pocas correcciones, lo comparto con Uds. mis amigos lectores. Y nos encantaría leer sus comentarios… ¿Te sumas? HRC.

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