César Rojas

Explicación (HRC).

 

César Alfredo Rojas López (1974-2021) fue un artista mérideño, licenciado en arte por la Universidad de los Andes (ULA) (Mérida-Venezuela).

 

El retrato de José Gregorio Hernández, que acompaña el texto, fue la última obra del artista.  El Covid-19 fue el responsable de acabar una vida llena de realizaciones, pinturas y también proyectos. Agradecemos la semblanza preparada por Alejandra Uzcátegui para honrar y recordar a César Rojas que Uds pueden leer a continuación.

 Luz infinita

 

Por:  Alejandra Uzcátegui 

 

En la esencia y la totalidad de la luz, floreció la vida de un artista que amó y vivió por completo  la alegría del conocimiento y la innegable y eterna conversación sobre lo maravilloso de siempre tener conciencia absoluta del saber estar vivo.

 

César Rojas fue energía fluorescente que trascendió en dejar memoria en quienes le amaron y compartieron con él historias; en la plenitud de su corazón lleno de ilusiones.

Un ser que pudo disfrutar cada instante entre familiares, amigos, artistas, sus perros y desconocidos; un hombre con la facilidad de traspasar el espíritu de quien se acercaba a su mundo, un lugar de constante creación, siendo el estímulo del saber para querer conocer su modo de existir. Su deseo por describir y descubrir la grandeza en la simplicidad de las emociones, de su acción y pensamiento activo y dispuesto.

 

Para César la fibra de su existir fue el poder de la conexión con el otro, desde sus desafíos por construir un espacio que albergara sus creencias  para compartirlas en emocionantes conversaciones sobre los placeres de ser artista y un ser humano imperfecto.

 

Su poética y el juego irónico en la expresión plástica, le otorgaron en el arte la habilidad para comunicar su mensaje, "en la alegría de vivir". Tuvo una mirada atenta y un juicio cada vez más despierto a la sensibilidad, a ese constante pensamiento sobre el último respiro, a su total agradecimiento por el regalo del significado de la vida.   

 

Cesar Rojas nutrió su ser y en el mar de emociones  supo nadar con total habilidad,manteniendo su teoría sobre la vida y el arte en donde ambos crean la línea y confirman el trazo fuerte y expresivo de su estilo, que dio valor a su obra al convertirla en una extensión infinita de su gran amor a la pintura.

 Deja en nosotros el pilar de una idea con bases fijas en quienes agradecemos su empeño por vivir y gastarse todos los cartuchos como solía decir ante la adversidad: " lo único que un ser vivo puede ostentar en llevarse consigo es el momento, es la vida misma con todas las alegrías y tristezas con la incertidumbre de un adiós y un reencuentro".

 

A quien tuvo la oportunidad de reír y llorar junto a este Divino ser de vida, ¡Gracias!. Su poesía llegó a trastocar nuestros espíritus y su gloria será la luz eterna que resplandece cada mañana diciendo: no pierdo el tiempo en pensar la muerte, me las juego todas por la vida.  Amo estar vivo. Amo mi vida.

 

En honor a cada una de sus expresiones, mantenerse atento será la fascinación de ver florecer sus semillas.

César Rojas en su  labor artística.